lunes, 31 de mayo de 2021

VISITACIÓN


























Hoy se celebra la fiesta de la Visitación de María a su prima Isabel. Una escena maravillosa, llena de alegría. El encuentro de dos mujeres en su plenitud: en sus entrañas llevan los frutos de la acción de Dios. El pequeño Jesús, el pequeño Juan, ¡los dos a la vez tan grandes!

Las dos mujeres, allá en Ain Karem, un lugar cercano a Jerusalén que parece un paisaje suizo, se besan y abrazan sintiendo las caricias de la vida en su vientre. María se llega hasta allí para servir y ayudar a su prima. La alegría que les nace no solo es por la acción de Dios, sino también por esa actitud de ayuda y servicio que viven.

¿Sabrían ellas también que por su medio, Dios alumbraba al mundo la alegría de que a partir de entonces se hacía posible que todo cambie? María visita a Isabel y nosotros sabemos que con ellas, lo imposible siempre llega. Ellas dos, madres de la imposible alegría, adelantan la construcción de la utopía del Reino.

domingo, 30 de mayo de 2021

RECÓNDITO VALLE DE ARQUELA




Ando siempre buscando luz y claridad, descanso y sosiego, paz y cobijo. Yo los encuentro siempre a través de mi fe en Jesús de Nazaret el resucitado. Pero otras veces y con frecuencia, se me muestran cuando estoy en medio de la naturaleza. Ayer estuve en el Arquela,  un valle que se extiende de norte a sur, desde Alpuente, y se convierte en una rambla en medio de cañones escarpados hasta llegar a Tuejar. Es el recorrido de un riachuelo que recoge aguas en el corazón de la Serranía Alta. Un valle breve, solitario y tranquilo oculto y casi recóndito.  El paisaje en esta primavera revuelta, está adornado por el júbilo de los árboles reverdecidos-almendros, pinos, carrascas-, viñas y campos de cereales. El trigo, en flor y también granando con sus espigas que parecen cabezas vencidas de un ejercito innumerable y las amapolas frágiles, descaradamente rojas y volubles, bailando la danza de la brisa de la tarde. Las flores del lino como novias vestidas de blanco, las albaidas incombustibles el oro aromático de las flores del curry o siemprevivas del monte… 

 

No se trata de sólo disfrutar el festín que para los ojos supone la belleza tan austera de la sierra en primavera. Más bien es el gozo y certidumbre de lo que hoy el corazón siente y me lleva en esa contemplación: que todo es perfecto, redondo, completo. Me inyecta en mi alma el entusiasmo al contemplar cómo la belleza del mundo reconforta y construye la profundidad del alma.

 

¡La luz que ilumina los campos y su recóndita armonía se reflejan en mi corazón!


 

viernes, 28 de mayo de 2021

CURAS


 Esta mañana en la catedral de Valencia este grupo de curas que aquí veis embozados, ha celebrado el 50 aniversario de su ordenación de sacerdotal. Moderada alegría, parco jubilo, dadas las constreñidas circunstancias de las precauciones de la maldita pandemia. Es la promoción del 71. Entre ellos estoy yo. Tenía entonces 26 años cuando me hice cura, después de una larga, muy larga preparación.

Desde el primer nombramiento, cura rural, hasta hoy quise comerme el mundo e intentar ser un buen sacerdote. Pasé por todo: en la serranía, luego en la ciudad como como coadjutor, después párroco de un barrio de la periferia, largos años de profesor de religión, cura de parroquia con muchas cofradías, y ahora más tranquilamente, cura de capital.


No me gusta decir que celebro “las bodas de oro” porque yo no estoy casado ni con la iglesia ni con Jesucristo. Abomino de ese tipo de lenguaje, de esas analogías religiosas. Sí que vivo bajo el techo de la Iglesia, mi comunidad grande de fe a la que amo, pese a sus defectos y llevo 50 años de enorme amistad con un tal Jesús de Nazaret, el Cristo.



A lo largo de muchos años, doy gracias a Dios, porque he podido ayudar a muchas personas a encontrarse con él. También me he equivocado pero a pesar de todo, siempre, siempre, he sentido la mano de Jesús de Nazaret, mi hermano mayor, posada en mi hombro. Por todo le doy gracias. Sigo también con la misma ilusión del principio aunque lógicamente tamizada. Y vuelvo a suscribir lo que escribí al pie de este blog, cuando lo creé hace ya más de 12 años.

Yo bautizo a niños, caso a jóvenes, digo misa, aliento a los que sienten que la salud se les va, rezo por los que mueren, perdono pecados en nombre de Jesús, hablo de su Evangelio y de su Padre Dios a la gente y siento a Jesús a mi lado en la intimidad de la oración y en la barahúnda de la vida. ¡Tengo el oficio más bonito del mundo! Aunque a veces me siento solo, sé que es más una sensación que una realidad. Mis refugios: mi fe en Jesús de Nazaret, hombre libre y resucitado, la posibilidad de compartir lo poco o mucho que soy o tengo, y el regalo de captar toda la belleza de este mundo. ¡Estoy en el umbral de la Zona, en la antesala de Dios!

 

lunes, 24 de mayo de 2021

FRANCISCO BRINES Y LA NADA


 Esta semana pasada, en su edición del domingo, el periódico El País publica una página-anuncio con el homenaje que la Generalitat Valenciana rinde al recién fallecido poeta de Oliva, Francisco Brines.

En la página, un dibujo de trazos de su rostro y unos versos elegidos y bellísimos:

“Porque el hombre es eso,

Un tránsito pensante, sensible

Que por ahí anda, para perderse en la nada.

Viene de una nada para perderse en otra nada.

Somos el misterio que existe entre dos nadas”.


Me duelen estos versos.

No sé quién los ha podido elegir.

No son los mejores y dan un perfil del poeta tan cerradamente nihilista que creo que no responde al hermoso trasfondo de los poemas de Brines de los que tenido la dicha tantas veces de disfrutar con su lectura.


Porque no es la nada lo que principalmente respira en sus poemas: es ese “misterio”  de la vida (misterio, sí, Misterio con mayúsculas) lo que él supo muy bien cantar. Sus poemas responden a una revelación, al asombro de un descubrimiento: el del hombre con su ansia de amar y de ser amado. ¿No es así el amor -el Todo que se escapa de la nada- y del que procedemos?

 

lunes, 17 de mayo de 2021

SE VENDEN IGLESIAS EN BARCELONA


 
Ha saltado a la prensa la noticia de que el arzobispo-cardenal de Barcelona Monseñor Omella ha decidido cerrar un gran número parroquias de la ciudad. Es curioso calibrar cómo han interpretado algunos periódicos dicha noticia. Le echan la culpa a los curas catalanes porque en vez de dedicarse a pastorear a las ovejas de su rebaño espiritual, se han dedicado a los afanes independentistas. Esto -dicen algunos periódicos- ha rebajado la fe de sus feligreses. Es curioso ver que muchas veces la culpa de la desafección de los creyentes es siempre por causa de los curas.

Yo no lo creo así: y en su caso sería tal vez mitad y mitad. Monseñor Omella aduce que la causa de esta decisión se debe a que había un exceso de parroquias que se instituyeron cuando la entrada masiva de inmigrantes y al proceso de secularización que en aquel tiempo aun casi no había empezado: el nacional-catolicismo funcionaba de maraviila. 

 

Frente a no aceptarlo o sentir nostalgia de las multitudes que llenaban antaño la iglesia, todavía hay algunos obispos que no se resignan y organizan sus diócesis como si estuviéramos en los años 50. A  monseñor Omella lo llaman el obispo de las periferias y creo que muestra un gran sentido común con esta decisión

 

Para mí el problema ahora es qué van a hacer con tantos templos cerrados, especialmente los que están ocupando unos estupendos solares dentro de las zonas más interesantemente estratégicas de la ciudad. En Alemania, por ejemplo, donde eso mismo ocurrió hace muchos años, las iglesias fueron convertidas en lujosos restaurantes, pistas de baile, gimnasios y oficinas de lujo y ¡hasta en mezquitas!. Aquí ya en España nos podemos albergar en muchos monasterios y conventos convertidos en históricos hoteles. Hará la Diócesis de Barcelona un nuevo tipo de “pastoral”: es decir, comerciar con los templos clausurados?

 

sábado, 15 de mayo de 2021

BARROTES Y CÁRCELES

 

Barrotes y cárceles

Leyeron en el tribunal la sentencia de su condena y tronó la voz del juez diciendo: «¡Diez años de cárcel!». Y después: «¿Tiene algo que decir?». El reo se sonrió ante el estupor de los presentes en la sala. Después dijo con sonrisa tranquila y feliz: ¡»Voy a disponer de diez años para aprender a tocar el arpa en los barrotes de mi celda!». 

¿Cuánto tiempo necesitaré yo para saber que también los barrotes,  que mi vida encierran, me pueden hacer feliz?

jueves, 13 de mayo de 2021

EL VIEJO ROBLE

 


A mis amigos Jesús. e Isabel en su XXVI aniversario:  Que su amor siga tan firme como este roble.

El viejo roble


Este árbol me mira. 

Es un viejo roble

que este otoño pasado 

en la lejana serranía 

salió a mi encuentro.


Este árbol me espera.

El noble y viejo roble

parece herido de muerte

pero su fortaleza lo reconstruye.

Lleva el tronco abierto en su corteza

como si fuera una herida sin cerrar,

una cicatriz abierta

que parece desnudar su corazón.


En su meollo, líneas dispersas, 

seguramente trazos de sus venas

por donde subía la savia,

dibujan el enigma de unos bellos ojos 

y los sesgados pómulos de una mujer.

Este roble me mira y me pregunta. 

Lleva allí siglos atado a la misma tierra

contemplando el mismo cielo.


Está afirmando su empeño de estar en pie, 

en su misión de vigilar la tierra del bosque. 

Es memoria del tiempo que se fue, 

afirmación del presente y de lo eterno. 

Sus hojas y frutos han caído a su debido tiempo. 

Es lecho y cobijo, alimento y sombra, 

para pájaros, animales y alimañas.


Este árbol me mira: me inquiere,

me interroga sobre si 

yo también ando herido, 

si mis cicatrices no ahogan mi vida, 

si no florezco o fructifico en vano.


Cuando esto ocurra,

en el próximo encuentro, 

yo seré entonces quien al árbol mire 


martes, 4 de mayo de 2021

LAS CRUCES DE MAYO

 


Buscaba Santa Elena, la madre del emperador Constantino, allá por el siglo IV, la cruz donde Jesucristo fue crucificado. Y la encontró (milagrosamente) y hoy es el día en que se celebra tal hallazgo. Aunque el concilio Vaticano II movió la fiesta al 14 de septiembre, la tradición hace que en este día del 3 de mayo se celebre lo que popularmente se llama las Cruces de Mayo. Es toda una fiesta (en Andalucía en algunos pueblos es un día muy señalado, y una alarde de flores y adornos construyen una cruz delante de la cual se ejecutan bailes por sevillanas). Aquí, en Valencia, la fiesta es más discreta pero no deja de ser entrañable.

Es bonito y muy teológico el sentido de esta celebración: la cruz que es un instrumento siniestro de tortura y muerte, convertido en un esperanzado y primaveral signo de alegría, de vida, de resurrección.

En la foto, la cruz que se ha montado en la parroquia de San Agustín de Valencia.

 

lunes, 3 de mayo de 2021

PRESENCIA



Presencia


Parece que a veces, perdido,

caminas por la senda de la vida.

Y que tus pasos, uno tras otro, 

por el azar a la nada te conducen. 


Los rostros que contemplas, 

deslucidos espejos del tuyo,

se borran por causa de tu llanto 

o huyen dispersados  por el viento.


Y miras a lo alto, al cenit del fuego, 

por si el mañana una señal te manda.

No hay ruidos ni ecos y tal vez sólo la brisa 

musita una oración de compañía.


En medio del silencio casi fósil, 

se abre con tus pasos una leve melodía.

Descubres que no estás sólo, 

que una presencia te acompaña:

 iy tu corazón, latiendo al compás mismo

de un reloj que tus pasos marca!