El astrofísico Stephen Hawking ha publicado un libro con el que despierta la vieja cuestión del conocimiento de Dios por los opuestos caminos de la ciencia o de la fe. Niega la posibilidad de que Dios crease el Universo con lo que ha reabierto la eterna confrontación entre conocimiento científico y existencia divina. No puede haber confrontación entre dos cuando éstos son totalmente diferenetes y buscan distintos objetivos. Si Dios es el final de un silogismo, de una demostración o una prueba científica, no sé si podrá saciar y satisfacer la sed y el hambre de infinito que el ser humanos posee que es en el fondo lo que busca la fe.
A mi no me convencería en absoluto. Prefiero, sin renunciar a mi racionalidad, creer y esperar en mi Dios como un niño aguarda a su madre que lo recoja de la guardería. Como niño, confía en Dios tu Padre. Él responderá por ti y hará más que lo que tú le pidas.
Solamente los niños descubren la verdad de Dios como Padre que siempre nos acoge. Un saludo
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