¿Os acordáis que en unas entradas más atrás os publicaba en el blog un fragmento de la crítica de la película “Habemus Papam!” de Nanni Moretti?. Pues habéis tenido suerte de leerla, porque la revista a la que iba destinada para publicarla –publicación por cierto muy eclesiástica- me la ha censurado y rechazado. He tenido que hacer otra crítica de emergencia de otra película: ”Criadas y señoras”.
Yo creía que mi comentario, suave y ligero, como la misma película que es bastante “light” críticamente, expresaba lo que yo veía en la película: ese mundo claustrofóbico del Vaticano, ese terror a abrir ventanas y al “aggiornamento” de la Iglesia, la resistencia irrefrenable a que ésta cambie a pesar del pueblo fiel que lo pide a gritos. Pero me llamó el director horas antes de que entrara a imprenta y me dijo que mi comentario era demasiado fuerte, que los lectores (¿cuántos?) se ofenderían, que podía herir susceptibilidades. Tenía tres alternativas: ponerme chulo y exigir que se publicara; tachar, suavizar y afeitar la crítica; o escribir rápidamente otro artículo. Opté por lo último y redacté un comentario sobre la última película que había visto. Hay sensibilidades y susceptibilidades muy delicadas.
Si se entera el asustado cardenal Melville, el pobre Papa no proclamado de la película, le puede dar todavía un segundo ataque de pánico y tirarse por el balcón de la fachada del Vaticano. No me considero demasiado progresista, pero ¡a este paso voy a emular las ansias teológicas de Trostky!
Yo creía que mi comentario, suave y ligero, como la misma película que es bastante “light” críticamente, expresaba lo que yo veía en la película: ese mundo claustrofóbico del Vaticano, ese terror a abrir ventanas y al “aggiornamento” de la Iglesia, la resistencia irrefrenable a que ésta cambie a pesar del pueblo fiel que lo pide a gritos. Pero me llamó el director horas antes de que entrara a imprenta y me dijo que mi comentario era demasiado fuerte, que los lectores (¿cuántos?) se ofenderían, que podía herir susceptibilidades. Tenía tres alternativas: ponerme chulo y exigir que se publicara; tachar, suavizar y afeitar la crítica; o escribir rápidamente otro artículo. Opté por lo último y redacté un comentario sobre la última película que había visto. Hay sensibilidades y susceptibilidades muy delicadas.
Si se entera el asustado cardenal Melville, el pobre Papa no proclamado de la película, le puede dar todavía un segundo ataque de pánico y tirarse por el balcón de la fachada del Vaticano. No me considero demasiado progresista, pero ¡a este paso voy a emular las ansias teológicas de Trostky!
soccer shoes
ResponderEliminarcheap nba jerseys
fitflop
oakley sunglasses outlet
chicago bulls jersey
asics shoes
salomon shoes
pandora charms
supra shoes
tods shoes
oklahoma city thunder jerseys
ray ban
mulberry uk
louis vuitton handbags
new york knicks jersey
true religion jeans
minnesota vikings jerseys
cheap snapbacks
coach outlet
tods shoes
oakley sunglasses canada
seattle seahawks jerseys
new york jets jerseys
rolex watches uk
nike air max uk
herve leger dresses
foamposite gold
cheap oakley sunglasses
oakley sunglasses
valentino outlet
salomon running shoes
links of london uk
babyliss
nike huarache
five fingers shoes
instyler ionic styler
beats headphones
the north face outlet store
oakley sunglasses
gucci handbags
2015730caihuali