Tres montes en donde Dios se
manifiesta.
El de Abraham, en donde se renueva
la alianza. Ver a Abraham en medio de la tiniebla y la oscuridad de la noche
luchando contra los buitres para que no se coman la carne del sacrificio, es
sobrecogedor. Y escuchar la voz de Dios que ratifica una alianza con él en
medio del terror que él siente es emocionante.
El Tabor, el otro monte. Una visión
extraña, rara para la mentalidad de hoy. Una especie de “flash” que los
discípulos tienen, (en cine se llama inserto), una instantánea de Jesús, Dios
triunfante, para que lo recuerden en los peores momentos posteriores en
Jerusalén.
Y el tercer monte el Gólgota, el
Calvario. También aquí oscuridad, truenos y relámpagos. La gloria de Dios que
se manifiesta en el lugar menos indicado, una Cruz, un patíbulo donde los rebeldes
y delincuentes mueren.
Y se manifestará toda la gloria de
Dios: El triunfo de Jesús sobre la muerte
Hola Jose Luis acabo de verte en las noticias de canal nou en la bendicion del paso esta manana un saludo
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