Miradlos qué alegres, sonrientes, riéndose con satisfacción
anticipada por el placer que les va a producir el poder. Cuando lo posean se
descubrirá el pasteleo que los poderosos siempre cocinan. ¿Qué será si ahora ya
los vemos haciendo pactos, tratados y cambalaches para poder ser el primero?
Aunque simulen con carcajadas y risas y palmaditas en la espalda (que les
gustaría fueran puñales…).
En verdad, en estos aspirantes al poder no es fácil confiar. Ximo
Puig es un blando, que cuando estaba en la oposición apenas se le oía en su
enfrentamiento con el PP. Desde luego, creo que no se ha ganado la presidencia
de la Comunitat. Mónica Oltra
siempre histérica e histriónica, con una insaciable sed de poder, capaz de
vender a su propia madre. ¿No será una nueva lady Macbeth?
De todos modos sospecho que estos pactos y cambalaches van a durar
lo que un caramelo en la puerta de un colegio. Y si no, al tiempo.
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