¿Sabíais que Jeb Bush,
nieto del nefasto presidente Bush, que pretende ocupar la presidencia de los Estados
Unidos, se convirtió al catolicismo? Como toda la saga de los Bush, es de una ideología
conservadora, casi integrista. Partidario de la masiva explotación petrolífera, piensa que el cambio climático no tiene nada
que ver con las actividades humanas de explotación.
Cuando hace muy poco le
preguntaron lo que pensaba sobre la encíclica del Papa Francisco “Laudato si´”
que denuncia y critica la destrucción
planetaria que la de que la acción humana está realizando, el
respondió que la fe es algo privado y que no permite que lo que digan obispos y
cardenales (o papas) se inmiscuyan en la política.
Esto también ocurre entre nosotros y a nivel de la sociedad actual.
Cuando la iglesia pretende dar su opinión y su testimonio sobre cuestiones
graves que ocurren en nuestro mundo enseguida la silencia o le quitan el derecho a dar su opinión. Aunque quedan todavía algunos obispos que más que opinar
quieren imponer, el testimonio del Papa, que habla bien claro pero siempre como
una propuesta, es la vía por la que se debe conducir a la Iglesia.
Pedir que los obispos y
curas se metan sólo en sus asuntos es negar a los creyentes una
dimensión social y política que debe tener la fe cristiana. Ya no vale decir que los curas, done mejor está es en
la sacristía.
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