Ando deslumbrado por el nombre de un poeta hasta
ahora para mí desconocido: Daniel Faria, un joven poeta portugués cuyos versos
recuerdan a la luz que tiene la poesía de San Juan de la Cruz. ¿Qué gozo de
descubrimiento para mí!
Era un monje benedictino y murió a los 28 años. La lectura de sus poemas enciende la luz y
prende de fuego el corazón. Aquí tenéis una pequeña muestra.
Hubiera una señal conduciéndonos
Y únicamente al movimiento de crecer nos
guiase.
Que tengamos de los árboles
La incomparable paciencia de buscar lo alto
La verde bondad de permanecer
Y orientar los pájaros
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