¡Ya estamos en 2020! Uno siempre entra con cierto temor y temblor en el primer día del año. Todos sabemos que es una pura convencionalidad esto del principio y el fin que marcan los calendarios de los días.. Día de Nochevieja…, Día de Año Nuevo: un modo de entender algo que siempre será para nosotros el tiempo: un misterio. Una categoría que junto con el espacio, nos sería incomprensible el entendimiento de la vida y del mundo.
Miramos hacia atrás y el pasado nos parece haberse esfumado rapidísimamente y de él apenas entrevemos nuestros aciertos y errores y cómo ellos nos han llevado hasta aquí, hasta hoy. Quizás ahora relojes y calendarios, sólo nos sirven para marcarnos el norte que es el presente. ¿Y mañana? ¿Cómo será? A mí, el futuro me ilusiona, como a todos, pero también me estremece. ¿Serán cosas buenas o malas las que me sucederán?
Inútil pensarlo. Si eres creyente, tal vez no, seguro que tu Dios estará a tu lado, como ayer y antes de ayer lo estuvo. ¡Que Jesús de Nazaret, el Cristo, sea el acompañante del camino de tus días que vienen!
¡Feliz y dichoso: lleno de bendiciones, este 2020, acabado de inaugurar!
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