Si fuera un escéptico, pensaría: “Hoy la iglesia elige Papa nuevo, mañana la iglesia seguirá impávida su rumbo”. Pero no lo soy, yo tengo madera de ser persona de esperanza, siempre pienso que el mañana será mejor (muy en la línea del Papa Francisco).
Así que ya elegido Papa -¡bienvenido Papa Robert Francis Prevost, León XIV!-) y pronunciado su discurso, en la pantalla del televisor, cayeron en tropel un montón de entusiastas comentaristas, que auguraban basados en las primeras palabras que este pronunció: cómo iba a ser su pontificado si continuista o rupturista, si social o burocrático, si dinámico o estático si progresista o conservador, si centrista o periférico, etc.
Para armar algo de lío, se me ocurrió enviar un WhatsApp a algunos grupos que podían estar interesados: curas, laicos, comprometidos, etc. decía así: “Según la Iglesia que queremos, son las expectativas que aguardamos de este papa nuevo. Que Dios le asista y bendiga. Unos cuantos y grandes asuntos pendientes en nuestra Iglesia: sinodalidad, clericalismo, mujer en la iglesia, moral sexual…
Pronto me contestaron algunos comentarios que parecían tópicos sermones piadosos. que si hay que contar con el Espíritu Santo (¡pues claro!), que lo primero es el Evangelio de Jesús (¡naturalmente!) y otros delicadas afirmaciones que, lógicamente admito.
Si uno piensa en una Iglesia como institución vertical: el Papa arriba, en la cúspide rodeados de obispos, curas y religiosos, los demás los fieles laicos en la base de la pirámide pedirá un papa que actúe en consecuencia. Pero si piensa en una iglesia horizontal, una iglesia que es la comunidad de los que creen en Jesús de Nazaret, el resucitado y que formamos todos el Pueblo de Dios (como definió a la iglesia el concilio Vaticano ¡!), naturalmente que tenemos en el puestas nuestras expectativas como las teníamos en el papa Francisco. Así que “laissez faire”, Y manos a la obra desde el papa hasta el último de los cristianos, otra iglesia, es posible, una iglesia donde el clericalismo sea prepotente, y nos veamos todos iguales dentro del pueblo de dios, que es la iglesia. Creo y espero que este Papa puede ayudarnos muchísimo a realizar este sueño, que no es imposible.
Así que ya se ha acabado esté “sarao “que la televisión nos ha presentado como un gran espectáculo protagonizado por cardenales y curia con sus los vistosos ropajes. Ahora toca embaularlos y cada uno de ellos retornará a su casita. Y a otra cosa, mariposa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario