He aquí el final del interesante y sereno artículo que expresa la opinión de Mario Vargas Llosa sobre el papa Benedicto XVI y su renuncia, y que se publicó en EL PAIS del domingo pasado. (Abajo tenéis el enlace)
"... Pero los no creyentes haríamos mal en festejar como una victoria del progreso y la
libertad el fracaso de Joseph Ratzinger en el trono de San Pedro. Él no sólo representaba la tradición conservadora de la Iglesia, sino, también, su mejor herencia: la de la alta y revolucionaria
cultura clásica y renacentista que, no lo
olvidemos, la Iglesia preservó y difundió a través de sus conventos,
bibliotecas y seminarios, aquella cultura que impregnó al mundo entero con ideas, formas y costumbres que
acabaron con la esclavitud y, tomando distancia con Roma, hicieron posibles las
nociones de igualdad, solidaridad, derechos humanos, libertad, democracia, e
impulsaron decisivamente el desarrollo del pensamiento, del arte, de las
letras, y contribuyeron a acabar con la barbarie e impulsar la civilización.
La
decadencia y mediocrización intelectual de la Iglesia
que ha puesto en evidencia la soledad de Benedicto XVI y la sensación de impotencia que parece haberlo rodeado en estos últimos años es sin duda factor
primordial de su renuncia, y un inquietante atisbo de lo reñida que está nuestra época con todo lo que representa vida espiritual, preocupación por los valores éticos y vocación por la cultura y las ideas."
Puedes ver el articulo completo en elpais.com/diario/2011/08/.../1314482413_850215.html
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