¿Qué os parece si les leyéramos a los hambrientos, sedientos y pobres somalíes, las palabras de las lecturas de hoy, domingo, en la eucaristía?
Isaías, 55:
“Esto dice el Señor:
- Oíd, sedientos todos,
acudid por agua también
los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo;
comed sin pagar vino y leche de balde.”
- Oíd, sedientos todos,
acudid por agua también
los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo;
comed sin pagar vino y leche de balde.”
Sabe a un sarcasmo: tal es la bofetada que damos los cristianos acomodados a Dios. Una verdadera blasfemia.
¿Seremos capaces de poner en práctica las acciones y las palabras de Jesús?: “Vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos…¡dadles vosotros de comer!” Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.
¡Con poco se puede mucho! Dadme una pizca de amor y cambiaré el mundo
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