Un nuevo día.
Amanece tarde,
perezoso el sol,
en las mañanas de enero.
Amanece
y yo, somnoliento,
deseo también amanecer:
estrenar la claridad del día
que es indicio de toda presencia,
dar el primer paso de un bebé
y que una palabra nueva salga de mi boca
como si fuera un balbuceo.
¿Amanece para que yo amanezca?
16/1/20
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