lunes, 11 de marzo de 2024

"CASA DE NINES" EN LLÌRIA

 



Ayer domingo, por la tarde estuve viendo una obra de teatro interpretada por un grupo de aficionados, vecinos de Liria. Se titulaba "Casa de nines" de Henrik Ibsen.


Fue una gran función la que nos regalaron estos amigos, por cuanto el nivel de interpretación su puesta en escena fuero estupendos, casi de profesionales. Para mí a la vez constituyó una especie de reto por cuanto irme sólo al teatro, superando las barreras arquitectónicas y otros problemas personales propios de mi enfermedad era un pequeño desafío. Me daba un cierto reparo el acudir a ver la función. Salió todo muy bien. Además de pasar un buen rato viendo las vicisitudes de Nora, la protagonista de la obra que al final decide emanciparse como mujer fue también una satisfacción personal, por mis logros personales de normalizar mi situación convaleciente..


Mi empedernida y casi exclusiva cinefilia ha motivado que durante mi vida asistiera pocas veces al teatro, y eso que considero a éste con una de las más antiguas y bellas artes de representación de la vida. (Es verdad, en cierta manera, el cine es también otro arte "más fácil" de contemplar que el teatro, puesto que en éste la palabra tiene más importancia, aunque el auténtico cine bien realizado es tan profundo y difícil como un espectáculo teatral.


También asistí por la ilusión que tenía de volver a ver «Casa de muñecas» porque es una obra a la que tenía especial cariño pues cuando era muy joven (unos 18 o 19 años) la dirigí en el Hogar parroquial de la Asunción con un grupo de jóvenes que llevaba nuestro querido  don Bejamin Peinado, aquel vicario tan querido, con los cuales hacíamos libro-fórums, teatro, comentarios de discos, etc.. ¡Ya en los años 68, nosotros representábamos una obra con alta sensibilidad, feminista, de defensa de la mujer, reprimida y encarcelada en el matrimonio!


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