lunes, 24 de diciembre de 2018

FELICIDADES



Seguramente muchas serán las felicitaciones que estos días os enviarán por correo postal, por WhatsApp, por e-mail y otros medios algo impersonales. Ésta qua aquí yo os envío puede ser una más pero esta escrita con todo mi cariño, con mi afán de que también vosotros, en el Umbral, entréis en la Zona. Así pues, con mi deseo de felicidad estos días que celebramos el nacimiento de Jesús de Nazaret, el Cristo. Que Él os bendiga.

sábado, 22 de diciembre de 2018

EL TIO JORGE, UN CUENTO SOBRE CIERTO DIOS


"Dios, en nuestra casa era prácticamente un miembro de la familia muy admirado por papá y mamá, que nos lo describían como un señor ya he entrado en años, muy bondadoso, muy poderoso, muy amigo de todos nosotros. Le llamábamos "El tío Jorge". Llegó por fin el día de llevarnos a visitar al tío Jorge que vivía en una mansión impresionante, llevaba barba y tenía un aspecto adusto que nos daba miedo. De momento, no compartíamos la admiración de nuestros padres por aquel tesoro de la familia. Cuando la visita había llegado a su fin, el bondadoso tío Jorge los dijo en tono severo: "Escuchadme bien, hijitos. Quiero que vengáis a verme aquí cada semana; y si no lo hacéis os voy a enseñar lo que pasará".

Así que nos conduce hacia el sótano de su casona. Todo muy oscuro y a medida que bajamos hace mas y más calor. El tío Jorge abre una puerta y dice: "Mirad aquí dentro, queridos niños". Miramos muy asustados y es como una pesadilla: hornos ardientes y diablos que arrojan a la hoguera hombres mujeres y niños que no han visitado al tío Jorge cada semana o que han contrariado sus deseos.
Mientras volvemos a casa fuertemente agarrados a papá con una mano y a mamá con la otra, ésta se inclina sonriente hacia nosotros y nos pregunta: ¿No es verdad, hijos míos, que ahora amais al tío Jorge con todo vuestro corazón?". Y nosotros que odiamos al monstruo, nos apresuramos a responder:" Sí, sí!", porque decir otra cosa equivaldría a ir a parar a la cola del horno"
Del libro de José Vicente Bonet: teología del "gusanos".

miércoles, 19 de diciembre de 2018

ROMA, ¿CINE O TELEVISIÓN?



Veo, servida por una plataforma digital de televisión, la aclamadísima película “Roma” del mexicano Alfonso Cuarón. Aunque ya hay algunos precedentes, esta película quizá marque (el tiempo lo dirá) un hito en la historia del cine. Este filme en principio no se exhibe en las salas de cine sino sólo se puede ver a través de la plataforma de televisión Netflix. Aunque parece ser que, dada su alta calidad artística, se van a distribuir algunas copias para ser exhibidas como una película de cine normal. Supongo que también en breve en DVD. 

Aquí viene el problema: porque hay expertos y críticos en el mundo del cine que niegan carta de ciudadanía como arte cinematográfico a las películas que se realizan sólo para la televisión. En verdad que el cine para televisión ha creado un lenguaje propio que sin embargo ha sido también asimilado por el cine. Sea como fuere “Roma” de Alfonso Cuarón es un filme que dentro de la historia de la imagen en movimiento (¿no es eso el cine?) va a marcar un antes y un después en la producción de películas que vamos a ver. A la vez lo que se nos narra maravillosamente está tejido de memoria, emociones y lucidez. ¿No es así cómo están hecha las grandes películas?

La película  que ganó el León de Oro en Venecia y arrasará en los Óscar, es una verdadera obra maestra, de esas que se han realizado con el corazón y su lirismo y poesía se plasman con la capacidad de contar una historia social a través de la trama de las vidas personales de su protagonistas y especialmente con el dibujo de la figura de la humilde e inocente criada, que es capaz de renunciar a su destino por abrazar la vida  de los demás, de renunciar a su maternidad que no llega a entender, por el amor a los hijos e los otros. La mirada cinematográfica colocada a nivel íntimo y también a nivel social dan a la historia un reflexiva y profunda universalidad.


jueves, 13 de diciembre de 2018

NAVIDAD: LA LUZ DE LA JUSTICIA DEL BUEN COMERCIO.


En este tiempo de Navidad, donde el consumo se dispara, la ley de la oferta y la demanda se trastocan y el comercio quiere sustituir  la sinceridad y al calor de los buenos sentimientos, hay que acordarse de que como humanos y cristianos hemos de seguir luchando por la justicia y la solidaridad con todos los pueblos.

En la parroquia hacemos un pequeño gesto que se insinúa lo que debe ser un gran logro, una gigantesca hazaña: que las relaciones comerciales mundiales sean justas. Así que el sábado y el domingo en nuestra parroquia de San Antonio de Padua montaremos una TIENDA DE COMERCIO JUSTO. Un pequeño paso para nosotros que quiere significar una gran salto para instaurar la Justicia que quiso traer el Niño del Pesebre. ¡Venid a comprar!

miércoles, 12 de diciembre de 2018

¡NO MÁS WHATSAPPS, PLEASE!


Hay dos grupos humanos que se pueden clasificar por la edad, a los que les gusta casi sin control el uso de las nuevas tecnologías. Me refiero a adolescentes y a la gente mayor. Los primeros con una sabiduría intuitiva e innata manejan los aparatos electrónicos con gran  soltura y enorme facilidad. Los segundos, con bastante torpeza pero también con mucho dedicación y curiosidad. Me estoy refiriendo a los teléfonos móviles y a sus distintas aplicaciones y en especial la de WhatsApp.

Vemos a los chavales en todos los rincones y espacios, en toda circunstancia y ocasión manipulando los teléfonos saciando esa necesidad que tienen a esas edades de comunicarse. Su riesgo corren, sus peligros tienen.

Pero también, a la gente ya muy madurita, las nuevas tecnologías les apasiona. Algunos hemos sido casi analfabetos digitales y hemos aprendido "a leer” las cosas de internet. Los que están dentro alrededor de la llamada tercera edad, forman grupos de WhatsApp donde colocan, además de mensajes normales  muy útiles, toda suerte de ocurrencias y chorradas. Algunos parecen tener todo el tiempo del mundo para inundar, llenar y hacer rebosar de misivas todos los buzones digitales.


Y ocurre que cuando nos metemos en un grupo de WhatsApp y nos vemos tan sobrepasados, la primera reacción es salirnos entonces del grupo. La función tan útil de estas aplicaciones que es la buena y rápida comunicación se estropea por la tozudez de los que emiten envíos.  Lo lamentable es que cuando uno se da de baja como se sale del grupo, El otro piensa que es porque se ha enfadado o porque no quieres saber nada con él. Pero no es así.

martes, 11 de diciembre de 2018

LA PROMOCIÓN DE 1958: ANHELOS, NOSTALGIAS.

ERA EN 1963, CUANDO ESTABAMOS CURSANDO QUINTO DE AQUEL LARGO BACHILLER.
EL PROFESOR, ERA EL DE LATÍN, D. JOSE ESTEVE, UN SABIO LATINISTA. ¿DÓNDE ANDO YO?
La promoción de 1958.

Hace unas semanas y con motivo de la noticia del fallecimiento de un compañero de estudios muy querido del Seminario de Moncada y que no llegó a ordenarse sacerdote, de pronto surgió entre el grupo de los que allí estudiamos el deseo de ponernos en contacto y comunicarnos después de tantos años. Hace unos cuantos ya hubo un intento de convocatoria que casi se logró con éxito puesto que nos reunimos muchos para comer juntos. Pero es francamente algo muy difícil puesto que fue hace unos 60 años cuando, niños y adolescentes estuvimos conviviendo. Fue en 1958 (yo me incorporé dos años después) cuando comenzamos los estudios en el Seminario rimbombantemente llamado entonces “Metropolitano) con la llamada de la vocación para ser sacerdotes. La mayoría replanteada su vocación, dejaron la opción clerical y optaron un por una vida laica. En el transcurso del tiempo, el río de nuestras vidas ha fluido con muchas aguas que ahora ya remansadas por la edad nos fuerzan a contemplar éstas con más paz, sosiego, y con abundante nostalgia.

A través de un grupo de WhatsApp que empezó siendo muy acogido y numeroso, nos hemos en contacto e incluso algunos nos vimos en la Misa de funeral que se celebró en mi parroquia por el alma del compañero difunto. Se habló de intentar una reunión populosa después de las fiestas de las Navidades. Lo veo difícil aunque me gustaría que fuera posible. Ha pasado mucho tiempo, a algunos nos cuesta incluso hasta reconocernos, y la vida transcurrida nos hace verla desde distintos horizontes. Pero sería muy bonito: recordar los avatares y hazañas vividos juntos en el seminario, contarnos después lo que pasó luego de tomar la opción de una vida de clérigos o de laicos, fundando una familia, o como en mi caso, ordenarme presbítero y ejercer casi ya cincuenta años de cura. 


A los compañeros que ya, ¡ay!, murieron, Paz Eterna. A los que quedamos, alegría, felicidad y muchos años de jubilación.

lunes, 10 de diciembre de 2018

¡HOLA, AQUÍ ESTOY!


Estos días atrás, algunas personas que me quieren y me siguen por el blog, me han dicho que ya no lo frecuento. Es verdad. No sé si el cansancio y la fatiga, o la falta de inspiración me han hecho ausentarme de la escritura y comunicación en mi “Umbral de Zona”, que considero como un diario personal abierto, al que todos tienen acceso.

Aunque uno también tiene que descansar y no cansar a los lectores, voy pues, a regresar con mis reflexiones abiertas que recogerán mis opinión personal y subjetiva. Espero que la tolerancia y la magnanimidad de los lectores me soporten. 


Tengo la fortuna de que a pesar mi edad ya provecta, el mundo de las nuevas tecnologías, aunque a veces me es muy rebelde, me apasiona. Pese a que muchos la diabolizan, ¡Internet es un gran invento! Creo que es una magnífica herramienta para comunicar a los demás mis pensamientos, mis emociones, mis reflexiones, mis ocurrencias, aunque algunas veces ástas no sean muy felices. Así que, aprovechando estas tecnologías, regreso.