lunes, 29 de abril de 2013

Los sermones de los curas


En nuestra reciente reunión de arciprestazgo, los curas hemos estado hablando de las homilías que hacemos los domingos. Estamos todos de acuerdo, los sermones deben estar bien preparados y han de ser breves, pero esto es una cuestión peliaguda.

Se quejaba uno de un cura que le sustituye algunas vez, que éste aprovecha el púlpito para expandirse en sus preocupaciones y obsesiones sociales. Otro, de que algunos abusan de la infinita paciencia de los feligreses, y hacen unas homilías que llegan hasta los treinta minutos. Un tercer cura de la reunión decía que los sermones deben durar sólo 10 minutos, tiempo suficiente para explicar una idea o un aspecto del evangelio que se intenta comentar. (¡Pero sólo el Evangelio, no las noticias de actualidad!

Creo que hoy día muchos sacerdotes han conseguido bastante superar aquello farragosos y largos sermones, condenatorios muchas veces, sin ningún entusiasmo por la vida, aunque todavía hace falta andar mucho para mejorarlos.

Y es que los sermones deben ser breves, amenos, sin teatro ni golpes de efecto, no condenatorios y, sobre todo, fruto de la reflexión orante de la Palabra de Dios. Han de hablar de la vida de aquellos que escuchan, pero siempre con la luz del Evangelio.

martes, 23 de abril de 2013

Hoy es el Día del Libro



Un día feliz y bonito, porque los libros siempre han sido para mí algo que la vida me ha concedido disfrutar. Hoy día 23 de abril, cuando tradicionalmente se dice que murieron, simultáneamente y en el mismo día, dos grandes autores Shakespeare y Cervantes. ¡Cuánto debe la humanidad a estos hombres -grandes escritores y también humildes y sencillos autores, que incluso no me podido ver publicadas sus obras- que han llenado con sus palabras escritas el mundo de inteligencia y belleza!

No sabría vivir sin los libros. Desde siempre me ha acompañado y desde siempre ellos me han hecho vivir mundos  inimaginables y me han ayudado a enfrentarme al mío propio.

Los libros llenan mi casa, cuando me tengo que desprender de alguno, me lo pienso mil veces. De pronto echo de menos alguno y desesperadamente lo busco en mis pobladas estanterías y mi ansiedad acaba cuando lo localizo: lo abrazo como a un viejo amigo que me recuerda muchos momentos de mi vida pasada.

Aunque para mí todo el año es el Día del Libro, porque constantemente visito las librerías y me  entero tengas novedades bibliográficas, esta tarde me voy a pasear  por la feria del libro que está instalada en Viveros. Parafraseando al gran J. L. Borges, "yo no me enorgullezco de los libros que he escrito, pero sí de los que he leído".

domingo, 21 de abril de 2013

Pastor Bonus (a propósito del Evangelio del Domingo)



Este domingo es el Domingo del Buen Pastor, pues al llegar el domingo cuarto de Pascua siempre se lee el evangelio donde Jesús se nos manifiesta como el Buen Pastor. La imagen es bella, muy directa y además muy apropiada; fue una de las primeras imágenes que los primeros cristianos esculpieron: un pastor adolescente llevando sobre sus hombros una oveja. 

Jesús se aparece a los discípulos, ahora se nos aparece como Pastor. El evangelio es conciso, muy breve, casi no da más explicaciones que las precisas. Jesús nos conoce: ¡qué importante para nuestra precaria autoestima, para nuestra tantas veces anónima personalidad!

Algo también importante para nuestra alegría: estar orgulloso de pertenecer a este rebaño de Jesucristo, como los primeros cristianos, que, como dice la primera lectura,  estaban muy felices porque el número de los discípulos de Jesús se incrementaba.

¿Dónde esta la casa de mi amigo? (7) Begoña


Mi amiga Begoña se despide estos días del cargo de Presidenta de la Junta Mayor de  Santa Marinera de Valencia un servicio que ella ha prestado generosamente estos últimos años.

Presidir la Junta Mayor no es, como algunos pueden pensar, sólo un honor y un prestigio, es también un tiempo de esfuerzo, de sacrificios y de preocupaciones. Begoña lo ha hecho muy bien y por ello, yo, como amigo suyo, y en otro momento colaborador de ella, la felicito.

El otro día nos reunimos en una cena para despedirla y al mismo tiempo agradecerle todo el tiempo de servicio que ella ha empleado con nosotros. Begoña es la primera mujer que fue elegida este cargo, por suerte sin traumas ni contratiempos, cosa que hace unos cuantos años hubiera sido imposible. Ella dice que eso no es ningún merito. Yo pienso que ella y su forma de ser han permitido tan tranquila transición.

En realidad Begoña no se nos va ni la perdemos. Seguirá colaborando de otra manera y de otras formas en el buen funcionamiento de nuestra Semana Santa. Tampoco la perdemos como amiga, faltaba más. Un amigo(a) verdadero, nunca se pierde ni siquiera en la distancia. Y más ella, que con su corazón afable, su sencilla y acogedora sonrisa entrama con consistencia y fijeza a todos sus amigos.

Yo creo que mi amiga Begoña encarna en su espíritu la virtud griega de la sofrosine: la mesura, el justo equilibrio, la cordura y la moderación, el dominio del espíritu sobre el cuerpo; y en el fondo la prudencia: cualidades, virtudes y actitudes que Begoña ha sabido esparcir y sembrar en las blandos (?) surcos de nuestra Semana Santa.

Begoña, que con tu familia: Rafael, tu marido e Ignacio, -de quien estoy orgulloso de su amistad- disfrutes de este descanso.

domingo, 14 de abril de 2013

Pobre barquilla mía... (a propósito del Evangelio)



Por un lado está la vida, esa vida que es fuente de frustraciones fracasos, Perdemos el equilibrio, pasamos penas y dolores y también, porque no decirlo, algunas alegrías. Todo eso es el oleaje  en el que se mece la barca de nuestras vidas.

Por otro lado está la tierra firme, la arena de la playa, el lugar donde podemos tomar alimento, robustecernos, estar firmes y seguros, encontrar el rumbo perdido sin esperar que en algún momento que te percipites bajo tierra.

En el evangelio de este domingo, los apóstoles y los discípulos de Jesús están subidos en la barca, fatigados, sin aliento, frustrados porque no han llegado a pescar nada.

Y en tierra firme, en la playa, con un pescado y un pan a la brasa está Jesús. Desde allí Jesús les manda mensajes para que su trabajo, la vida de los apóstoles tenga una referencia un sentido una firmeza.

Creen en Jesús es  tener  el corazón firme en la fe. Desde esa tierra firme, todo lo demás queda relativizado. Podrá La barca de nuestra vida mecerse en el oleaje, e incluso parecerá zozobrar, pero desde la tierra firme de la fe la presencia de Jesús nos salvará.

sábado, 13 de abril de 2013

El Papa-Primavera




Pues sí, estamos en Pascua y en la iglesia ha reverdecido la esperanza. Un año más, una vez más la esperanza, porque Jesucristo ha resucitado. En verdad, ha resucitado. Y esa es la gran razón de nuestra alegría.

Alegría y esperanza que aún se duplican porque este Señor Resucitado se nos adelantó y  nos ha regalado un avance de la primavera: un Papa nuevo. El Papa Francisco, que fomenta aun más y  también nuestra alegría y nuestra esperanza.
Desde hace ya un mes, todos, creyentes y no creyentes, andamos detrás de sus gestos. Gestos de cercanía, gestos de sencillez, gestos de gozo, gestos de pobreza, Esos gestos que son de puro sentido común en un Papa. Tan naturales que casi ya los habíamos olvidado…

Este papa Francisco que cada día nos sorprende con unas palabras nuevas, con signos evangélicos que parece habíamos perdido. Con un nuevo modo de sentir la iglesia que nos llena de entusiasmo. Con una fe y un amor a la Iglesia de Jesucristo, que ha hecho reverdecer nuestro corazón, encender nuestra fe, abrirnos a la esperanza. Con una cercanía, humildad y pobreza que nos desarman…

Basta contemplar su sencilla serenidad, o su sincera sonrisa. Francisco es el mejor regalo que en el espíritu de la Pascua nos ha podido hacer el Señor.

miércoles, 10 de abril de 2013

Se murió Sara Montiel






Se murió Sara Montiel. Periódicos y televisiones dan cuenta detallada de su vida. Yo tenía 12 años cuando se estrenó el último cuplé. Naturalment Yo no pude ver la película puesto que estaba clasificada 3R mayores con reparos y el portero del cine no me podía deja que entrara verla. Así era antes de severa la censura de espectáculos que la iglesia tenía. Bastantes años más tarde la pude ver por una emisión de televisión. Me pareció una película boba, sosa y rancia. Como casi todas las películas en las intervino esta famosa actriz manchega.

Para mí sólo hay tres películas recordables de ella:  “Locura de amor” donde aparecía en el papel de una bella doncella judía. “Veracruz” con Gary Cooper y “Yuma” de Samuel Fuller. Seguramente Sara Montiel en su periodo americano se dio cuenta de que allí en el cine de Hollywood no hubiera pasado de los papeles de mujer racial,  india o de mestiza, así que se retornó a España y triunfó en la taquilla que no en el arte de actriz (a mí siempre me pereció una actriz mediocre) y convirtió su vida en un espectáculo de provocación y empeñada en interpretarse a sí misma.

 Se inventó el personaje de Sara Montiel que explotó prácticamente hasta el final de su vida, aupada por el “lobby gay” y la familia del cotilleo de la televisión. Las películas que realizó eran una mediocridad  artística espantosa. Las canciones que interpretaba era aparte de la autoría musical eran cantadas sin modulación  con un sonido nasal carente de registros.

Ahora sí, era una mujer muy guapa, cuya belleza enamoraba a la cámara, aunque al final era un esperpento. Descanse en paz.

martes, 9 de abril de 2013

De Romería en LLiria


 
Bendiciendo el manantial
Ayer, en  Valencia se celebró la fiesta de San Vicente Ferrer. Santo importante al que se le tiene gran devoción  puesto que nació aquí y tuvo gran influencia en la historia del Antiguo Reino de Valencia.

 Yo he celebrado el día participando en la romería que en la ciudad de Lliria se celebra todos los años. Allí el Santo Predicador hizo el milagro del manantial inagotable. Como toda romería, participas de la alegría de la fiesta de encontrarse con los amigos andando el recorrido a través del campo.

Es fiesta de primavera aunque este año el invierno parece no querer despedirse. Negros nubarrones amenazantes se paseaban por el cielo que a veces aparecía azul brillante. Casi todo el pueblo de Lliria se cobijó en la sombra de los pinos, olivos y algarrobos que circundan el manantial que San Vicente Ferrer prometió que nunca se secaría para los llirianos. La ermita del Santo, del siglo XVI, enjalbegada y blanco como una paloma estaba llena a tope. Una misa cantada con un sermón muy sencillo y directo pronunciado en un valenciano llano y elegante pronuncio el cura. Después, un rito entrañable y y ancestral en donde todo un pueblo se alegra con la vida que dan las aguas que brotan en el manantial y que el cura allí bendice solemnemente.

La gente almuerza en el hermoso paraje, alrededor de la gran laguna. Algunos que han bebido más de la cuenta, acaban bañándose en las aguas del lago de San Vicente, esta vez demasiado frías. Una jornada feliz y festiva que acabó con el regreso al pueblo acompañando la imagen del santo al final las nubes desaparecieron y el sol campó por su respetos.
De regreso de la Romería

sábado, 6 de abril de 2013

"Si no lo veo no lo creo" a propósito del Evangelio del Domingo



Lo que le ocurre a Tomás el incrédulo es lo mismo que  lo que a nosotros nos suele suceder. Parece como si  para ejercitar nuestra fe o sentirla viva, necesitemos sacudidas fuertes -una especie de tratamiento de shock- . ¿Es así como pensamos que vamos a ser  conscientes de que creemos en el  Señor Jesús?

La clave de todo esto es que la fe en Jesús de Nazaret resucitado solo se puede encontrar y vivir en el ámbito de una comunidad de creyentes, nunca en soledad o aislados. La resurrección de Cristo no es un “desiderátum”  individual -o una comida de coco- sino que compartiendo vida con los demás tu descubres a Jesus vivo.

 La primera lectura que describe como eran las primeras comunidades cristianas nos lo sugiere: en fraternidad con los más pobres , es como encontramos a Cristo y avivamos nuestra fe en el Resucitado. Por eso Tomás, que en la primera aparición no estaba, no podía creer. Así pues no se trata para tener fe, de valerse de pruebas físicas sino que creer en el Resucitadoes aceptar a los hermanos como transmisión y lugar de encuentro con el Señor. 

Viendo en la tele "La Biblia"



En esta Semana Santa pasada hemos podido ver en la televisión una nueva versión de “La Biblia” ( EEUU, 2013. de Roma Downey y Mark Burnett), producida por “History Channel” y emitida por Antena 3. Parece ser que ha sido un éxito rotundo. Éste éxito hace pensar que el interés por los temas bíblicos y del Evangelio, clásicos del cine religioso, no está tan muerto como parece que algunos dicen. El deseo de ver en imágenes aquellas historias narraciones y leyendas  populares que componen el imaginario colectivo  parece ser siempre inacabable.

Son diez horas de proyección, emitidas en tres noches, que abordan los episodios más importantes de la historia del pueblo de Israel y de Jesucristo que se cuentan en la Biblia. Episodios que no se tratan aislados sino que un narrador les da una cierta continuidad. Y este creo que es uno de los aciertos de esta larguísima narración cinematográfica. Desde  Noé en el arca salvándose del diluvio universal, -donde el mismo narra el origen del mundo, es decir, el Génesis-, hasta el libro del Apocalipsis o de la Revelación hay como un nexo entre todos -la historia de salvación-, que esta película contempla. La voz en “off” va pues, creando unidad narrativa, a la vez que sirve para plantear elipsis que hacen avanzar más rápidamente la historia sagrada.

La puesta en escena es a veces algo atropellada. Sucede sobre todo en las escenas de acción que abundan en todo momento sobre todo en la segunda parte. Algunas escenas son un homenaje al cine de Cecil B. de Mille: (el milagro del paso del Mar rojo).En otras la violencia y la crueldad se resuelven con gran hiperrealismo. En los episodios que tratan la vida de Jesús y especialmente en los de la Pasión se nota la influencia de la polémica película que hizo Mel Gibson, por su descarnada exposición. Cuando el episodio es de corte narrativo más intimista, la puesta en escena es más acertada, sobre todo en las escenas del Evangelio y también en el episodio de Abraham. Hay abundantes concesiones a la galería de la moda cinematográfica como es el vestir algunos personajes con ropajes demasiado exóticos, o luchando con kárate (los tres ángeles que salvan a Lot). A lo largo de todos los episodios aparece constantemente la figura siniestra del demonio: un hombre de color que oculta su rostro de tez muy oscura bajo una capucha. En Estados Unidos ha creado una cierta polémica porque muchos ven el enorme parecido que tiene con el presidente Barak Obama.

Algunos espectadores se quejan de que en bastantes escenas y episodios hay mucha imaginación: que no responden al pie de la letra del texto bíblico. Es natural. Para crear una versión cinematográfica los creadores tienen que echar muchas veces mano de ciertas licencias artísticas. (Es como si al Tiziano le negáramos el valor de su obra "El lavatorio de los pies" por el decorado anacrónico en el que coloca a Jesús).

Según leo en la Wikipedia, los que escribieron el guión de esta larga película contaron con el asesoramiento de distintos teólogos y escrituristas evangelistas y católicos. Me imagino que pronto será editada en el formato DVD y podremos verla otra vez, con más tranquilo criterio.

viernes, 5 de abril de 2013

El credo juvenil del Papa Francisco




 Ando leyendo un libro (Sergio Rubin, Francesca Ambrogetti. “El Jesuita.” Ed. Vergara, 2010). que es una larga entrevista que le hicieron al Papa Francisco hace ya algunos años cuando era cardenal en Buenos Aires. Y allí leo un credo muy llamativo y muy personal que él escribió en el tiempo en que era un sacerdote recién ordenado. Lo transcribo por la sinceridad que contiene:

Quiero creer en Dios Padre, que me ama como un hijo, y en Jesús, el Señor, que me infundió su Espíritu en mi vida para hacerme sonreír y llevarme así al reino eterno de vida.
Creo en mi historia, que fue traspasada por la mirada de amor de Dios y, en el día de la primavera, 21 de septiembre, me salió al encuentro para invitarme a seguirlo.
Creo en mi dolor, infecundo por el egoísmo, en el que me refugio.
Creo en la mezquindad de mi alma, que busca tragar sin dar… sin dar.
Creo que los demás son buenos, y que debo amarlos sin temor, y sin traicionarlos nunca para buscar una seguridad para mí.
Creo en la vida religiosa.
Creo que quiero amar mucho.
Creo en la muerte cotidiana, quemante, a la que huyo, pero que me sonríe invitándome a aceptarla.
Creo en la paciencia de Dios, acogedora, buena como una noche de verano.
Creo que papá está en el cielo junto al Señor.
Creo que el padre Duarte también está allí intercediendo por mi sacerdocio.
Creo en María, mi madre, que me ama y nunca me dejará solo.
Y espero la sorpresa de cada día en la que se manifestará el amor, la fuerza, la traición y el pecado, que me acompañarán hasta el encuentro definitivo con ese rostro maravilloso que no sé cómo es, que le escapo continuamente, pero que quiero conocer y amar. Amén.

jueves, 4 de abril de 2013

Se acabó la Semana Santa




Aunque se puede pensar que los eventos de la Semana Santa acabaron el Domingo de Pascua con el Desfile, alegre y bullicioso, de Resurrección, en el Cabanyal la Semana Santa acaba precisamente, hoy viernes, con el regreso de la última imagen de Semana Santa que se albergaba estos días en una casa particular.


La gente comenta cómo ha ido este año nuestra Semana Santa. Cada año la celebración es diferente, es distinta. También depende del estado de ánimo de quien la vive o desde qué punto de vista es contemplada.

Algunos dicen que la austeridad que impone la crisis profunda económica que estamos pasando se ha notado en los adornos florales de las distintas celebraciones y de los pasos de las imágenes. Eso es poco. Las distintas cofradías sienten en sus carnes los fuertes recortes que han tenido que dar a los gastos presupuestados. Igualmente se nota la crisis en la mengua de altas en las distintas asociaciones religiosas en muchas otras cosas más.

También se ha observado una gran afluencia de público para ver las procesiones desde las aceras. Algunos bares y restaurantes cercanos me han dicho que han hecho una gran caja en estos días. Bien está. ¿Será que contemplar el espectáculo (dicho en el mejor sentido de la palabra) de las procesiones es gratis?

¡Ya estoy de vuelta!




 ¡Ya estoy aquí de nuevo, después de haber pasado una larga semana de agobio! Este año en la Semana Santa me he cansado más que nunca. ¿Por qué? Seguramente es que me voy haciendo cada vez más mayor…


Ya estoy de nuevo, aquí, en mi blog para daros la vara o para entreteneros un poco y yo desahogarme y comunicarme....  Si os puedo interesar en algo, aquí estoy. Por lo pronto ahí os mando unas cuantas fotos de las muchas que he hecho esta semana. ¡Y eso que este año no le he dado mucho a la cámara!…