miércoles, 31 de enero de 2024

¿POR QUÉ NO UN CRISTO JOVEN?


El cartel que se ha confeccionado este año para anunciar la Semana Santa en Sevilla ha creado gran polémica. En él aparece pintado con un gran realismo, el cuerpo casi desnudo de un joven, sin apenas restos de las heridas, llagas y hematomas de la pasión. Se trata de representar a Cristo resucitado. Hasta aquí yo no veo nada nuevo. En el arte pictórico y escultórico de la Pasión de Jesús, hay muchas esculturas que prácticamente representan lo mismo: el cuerpo de un hombre muy joven. Como el artista se imagina a Jesús, en el supremo acto de la redención. ¿O no es la Pascua el estado de la juventud eterna?

Contemplemos, por ejemplo, dos muestras que no difieren gran cosa con el ya famoso cartel sevillano: el Cristo de Velázquez y la escultura de un Jesús muerto, que recoge en su seno, una Madre jovencísima -la virgen María- en el magistral grupo escultórico de la Pietá de Miguel Angel. También las vírgenes de los pasos de la Semana Santa de Sevilla que parecen muchachas en flor del barrio de Triana. Ambos coinciden en lo que se acusa al artista creador de este cartel gráfico que anuncia la semana Santa de Sevilla. Que si es un Jesús demasiado joven, que si desprende un cierto erotismo gay, que si no representa la esencia del misterio cristiano que es el Cristo sufriente y “padecedor” y que se exhibe en las procesiones de Sevilla.


El artista autor de dicho cartel ha intentado mostrar un Cristo que no es el de la pasión, sino el Cristo de la resurrección.  Saliéndose de la corriente tradicional de este tipo de arte pictórico, coincide con el imaginario popular (y teológico) sobre la Resurrección de Jesús: de la tumba emergería un Cristo con un cuerpo juvenil y “fresco”, sin las trabas del sufrimiento anterior ni la derrota de la muerte. Un Cristo con la carne glorificada (como dice San Pablo que serán nuestros cuerpos cuando resucitemos). ¡El hombre viejo, que da paso al hombre nuevo! Un modo de representar lo que es de por sí  irrepresentable, ya que la resurrección de Jesús es algo más que un hecho histórico. Es una experiencia invisible de la fe de los primeros discípulos. No vieron resucitar a Jesus, pero sí que sintieron su vida y su presencia posteriormente a su muerte.


Quieren ahora, tras denuncias, retirar el cartel. Están recogiendo firmas.

Pienso que no es para tanto, y aunque personalmente dicho cartel no me acaba de gustar, creo que esto debería ser una polémica más. Alguien me susurra al oído: ”¡Así es Sevilla y el mundo de las cofradías!”



viernes, 26 de enero de 2024

MADRE E HIJO

 


Los vi el otro día, por la calle donde ahora, por causa de mi convalecencia deambulo forzosamente más despacio. Ello me obliga a mirar las calles que transito con mayor atención que si fuera un viandante normal. Ahora advierto las grietas, los baches y también la suciedad que hay en las aceras de mi querido pueblo que es Lliria.


Decía que los vi el otro día. Era la barrendera que se encargaba de recoger muchas cosas desagradables que los ciudadanos abandonamos en la calle: colillas, cacas de las mascotas y otras, más soportables, como son papeles, bolsas de plástico y demás. Colegí que la que estaba haciendo ese ingrato trabajo  era una mujer musulmana: vestía falda larga y velo en la cabeza.  


Pronto observé que detrás y a veces delante de ella, iba un niño de siete u ocho años subido a un patinete que impulsaba con el pie. La mujer de vez en cuando, al tiempo que recogía la basura y  barría, echaba constantemente la mirada sobre aquel niño. Era una madre y trabajadora que al no poder dejar a su hijo al cuidado de otra persona, lo llevaba consigo al trabajo. Enseguida me emocioné ante tal estampa que expresaba el amor maternal, y pensé de nuevo, lo difícil que es en estos tiempos que corren, la responsabilidad de la familia. Y sobre todo, el oficio de ser madres para las mujeres.


El niño adelantaba o retrocedía cn el patinete alrededor de su madre, alegre y dichoso por sentirse a su cuidado. Yo también estaba muy contento por ver a una mujer, inmigrante musulmana, a la que el la empresa del Ayuntamiento había contratado. Quizá sea un trabajo ingrato, pero muy digno.

sábado, 20 de enero de 2024

NO TENGO NI PLATA NI ORO

 


Ayer mismo por la mañana salí a andar con mi paso vacilante, guiado por el andador, para comprar algunas cosas que me hacían falta, pero sobre todo, para ejercitarme en el andar en este tiempo de recuperación que me estoy dando.


Cuando estaba cerca de Correos, una persona de mediana edad, vestido discretamente -no parecía un mendigo-, se me acercó preguntándome si tenía algún objeto de oro o plata para vendérselo.  Antes, pensé cuando se acercaba a mí que era un pedigüeño más. Su requeirimiento me dejó un tanto sorprendido por cuanto este tipo de peticiones no suelen darse en la acera de la calle.


No se no supe qué responderle en aquel momento. Le dije que no llevaba nada de plata ni oro encima. El señor muy amablemente me contestó que no me preocupara. Y me deseó al verme inestable y sostenido por el andador, que me pusiera pronto bueno y añadió: «le voy a tocar el hombro para que tenga suerte y se restablezca pronto». 


A la vez y en ese momento me acordé que llevaba un anillo de plata donde está escrita la oración del Padrenuestro; me lo saqué del dedo anular y se lo regalé. El hombre, muy educado me lo agradeció y yo seguí, tambaleante, mi camino. Al punto, me  acordé del pasaje de los Hechos de los Apóstoles  (Hc 3, 6-8 ) donde Pedro, a un pobre mendigo tullido, que se le acercó para pedirle limosna, le contestó: «no tengo ni oro ni plata, te doy lo único que poseo: la fe en Jesucristo», y al punto, se puso en pie.


Así pues salvando las distancias: ni yo soy Pedro, ni el tullido era el señor aquel que salió a mi encuentro, ni hubo milagros, pero en cierto modo, coincidió en algo muy importante: que hay que mirar a los ojos de aquellos que nos piden algo, aunque no podamos dárselo. Porque la solidaridad es algo muy importante en nuestras vidas. Aunque no seamos muy creyentes.


lunes, 15 de enero de 2024

OCURRENCIAS

 


De mis lecturas: 


En el Evangelio se nos da la ley de la libertad.

Somos tratados como hijos, no como criados. No estamos sujetos a un código de mandamientos formales, sino que se nos habla como a quienes aman a Dios y desean agradarle . John H. Newman.


¡Oh Dios, si hay Dios, salva mi alma, si es que tengo alma!


Hay que vivir la relación con Dios llena de amor y alegría. La fe no debe envejecer. Nuestra iglesia está atascada en pellejos y fórmulas viejas y por la nostalgia de lo que si siempre ha sido así. No podemos dejar que el evangelio se vuelva una pieza de museo. Yo le pido al Señor luz para saber qué es que lo que tiene que cambiar y lo que ha de permanecer.


sábado, 13 de enero de 2024

VEINTE DÍAS DE VIDA NORMAL.


YA HACE veinte días que salí del hospital. Antes de ello, el gran deseo de estar ya en la calle quedaba amortiguado por el miedo a saber si conseguiría adaptarme a las casi olvidadas formas cotidianas de la vida ordinaria . Porque abandonado el cuidado extremo, eficaz y cariñoso que me dieron en el hospital, tendría que valerme yo sólo. !Pues en ello estoy! Trabajosamente y más despacio de lo que yo quisiera, voy a adoptándome a las nuevas circunstancias.


Pero junto a estas dificultades están también estas pequeñas alegrías y satisfacciones: pasar con mi andador por la puerta de un colegio y oír la algarabía de los niños a la hora del recreo, celebrar la Eucaristía con mi comunidad parroquial, ir a comprar a mercadona, tomar un café con algunos amigos, superar algunos obstáculos de las aceras que parecen insalvables, saludar a mucha gente que se preocupó por mí…


Sé que los médicos hicieron mucho por mí, al igual que mis familiares, y amigos y también mi propia voluntad. ¡Me siento un superviviente! Por eso doy las gracias al Dios que sana en el que estamos todos. "Proclama mi alma la grandeza del Señor"


jueves, 4 de enero de 2024

¿PAPÁ NOEL O REYES MAGOS?

 


Papá Noel vs. Reyes Magos.


Me mandaba el otro día un cercano familiar mío que vive en Sevilla, una fotografía que tomó seguramente en una de las calles de la siempre pintoresca y bella ciudad andaluza: un vecino había puesto unos carteles y pancartas donde expresaban su preferencia por la tradición de los Reyes Magos, y el rechazo implícito a Papá Noel. 


La verdad es que la fachada de la vivienda de tal ciudadano sevillano parece una declaración de principios y con sus carteles también una trinchera, (” ¡No pasarán”!)  y un modo de descalificar la costumbre de muchos países europeos, de hacer regalos el día de Navidad, y que sea papá Noel un personaje legendario y típico Así pues, algunos rechazan esta costumbre porque no es una tradición nuestra y porque, dicen, es mucho más secular, por ende, protestante. 


Pero Papá Noel, tiene también un gran sentido cristiano: el 25 de diciembre celebramos el gran regalo (mayor aún que con el que obsequiaron los Reyes Magos), que fue el que hizo Dios a la Humanidad; Jesús de Nazaret el hijo de Dios y de María la Virgen. ¡Menudo regalo y bien venido Papá Noel! 


Sin embargo, los Magos de Oriente, como debería decirse, puesto que en los evangelios nunca se dice que sean reyes, regalaron al niño Jesús recién nacido oro, incienso y mirra. En recuerdo de eso, en la tradición religiosa y cultural de los países europeos del sur -mayoritariamente católicos- su costumbre es hacer en el día 6 de enero los regalos. Si nos fijamos bien en el fondo es lo mismo y tal vez tenga el inconveniente para los papas que tengan que doblar de nuevo los regalos…