martes, 3 de enero de 2017

Un cestico de aceitunas



UN CESTICO DE ACEITUNAS

—Vareador, ¿qué traías
 para mi niño?
—Olivicas del Huerto
 de los Olivos.
—Mira no amarguen.
—Las amargas, señora,
 se dan más tarde.
—¿Qué haré con un cestico
 de olivas nuevas?
—Una torta de aceite
 si las molieras.
 Y un lampadario
 por si pierden su estrella
 los Reyes Magos.
—Curaré al Niño heridas
 con lo que sobre.
—Tu niño es de otra carne
 más que de hombre.
—Dios me lo guarde
 sin dolor treinta años.
 ¡Pero quién sabe!


José Luis Blanco Vega, SJ

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