viernes, 16 de junio de 2017

A PROPÓSITO DE IGNACIO ECHEVARRÍA, DAR LA VIDA POR LOS DEMÁS EN EL CINE



Por fortuna hay muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo que son capaces de realizar el más grande sacrificio: entregar su vida por los otros. Los cristianos sabemos que eso es también un don, algo que se nos da como consecuencia de nuestra fe en Aquel que nos dijo “No hay mayor amor que el de aquel que da su vida por los demás”. A veces ese heroico gesto último -entregar la vida- se hace desde altos presupuestos pero otras es sencillamente la evolución y proceso de una actitud y generosa virtud que nace de la fe en aquel primer mártir que fue Jesucristo.
Naturalmente el cine ha sabido recoger este admirable y supremo gesto humano .Hay una gran lista de películas que nos lo recuerdan: algunas de ellas preciosas obras maestras del cine (“La pasión de Juana de Arco” de Carl Th. Dreyer, “Sacrificio” de Andrei Tarkovsky, “Europa 51” de Roberto Rossellini). Otras también de gran calidad artística están más cercanas a nuestro gusto y sensibilidad. Ese gesto de entrega que muchas veces aparece realizado repentinamente, siempre nace como fruto de la actitud de un corazón abierto como el de Cristo hacía los que necesitan auxilio, apoyo y ayuda. Ignacio Echevarría, el madrileño asesinado en los últimos atentados de Londres, y creyente cristiano, es el último testimonio.

Braveheart (1995) EEUU de Mel Gibson
En el siglo XIV, los escoceses viven oprimidos por los gravosos tributos y las injustas leyes impuestas por los ingleses. William Wallace es un joven escocés que regresa a su tierra después de muchos años de ausencia. Siendo un niño, toda su familia fue asesinada por los ingleses que oprime al Reino de Escocia. La rebelión contra sus crueldades lo convertirá en un líder entregado hasta la muerte por su pueblo. Película popular donde las haya, magníficamente realizada, entusiasma a todos los públicos y es un ejemplo más de un corazón bravo que se entrega por los demás.
Grand Torino. (EEUU, 2008) de Clint Eastwood
Kowalski, es un veterano de la guerra de Corea, y que vive jubilado y solitario acompañado de lo único que le gusta: su coche gran Torino de 1972. Uraño, intolerante, xenófobo va cambiando su duro corazón hasta volcarse, con sus últimas consecuencias, en la ayuda de un joven adolescente chino y su familia. Es una película maravillosa, llena de vida y como nos muestra la capacidad de conversión del ser humano hasta el sacrificio. La secuencia final, inesperada, simbólica, es una referencia a la muerte de Cristo.  
Popieluzsko (Polonia, 2009) de Rafal Wieczynski

El sacerdote católico Jerzy Popieluszko fue beatificado en 2010 por el Papa Benedicto XVI. El padre Popieluzko fue torturado y asesinado por la policía por apoyar al mundo obrero durante el régimen comunista polaco. Convertido en un mártir, su coraje y su fe arrastraron a muchos compatriotas que arriesgaron su vida en defensa de la libertad y la dignidad humana. Es una película sumamente interesante que nos habla del compromiso evangélico que lucha por la libertad y la justicia. Su narración es algo confusa, pero siempre prevalece su valiente mensaje.

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