jueves, 16 de junio de 2011

Despues de una pausa

Al frente de la carreta llevamos una imagen de la Mare de Dèu
Después de varios días de silencio (he estado en El Rocío, como capellán de la Hermandad) otra vez vuelvo (tenía ganas) a daros la vara con mis pequeñas experiencias, breves reflexiones, romances anónimos y pliegos de ciego. Tengo muchas cosas que contar de los nueve días (!) que he estado en la Romería del Rocío  y que, como podéis imaginar, son de todos los colores en un evento tan colorista como es el mundo rociero. Colores luminosos, claros, brillantes y vibrantes como es la alegria sana y la devoción fervorosa a la Blanca Paloma. Pero otros cosas son mas bien, de colores oscuros, desagradables, ingratos, negros e incluso escandalosos e indignantes. Ya os contaré.

Pero mi balance es muy positivo. Por eso me perdonaréis que estos días os cuente batallitas rocieras. Para empezar os digo:¡hola!

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