martes, 23 de agosto de 2011

Muros fuera

Lo que hace que tangan sentido nuestras ideas, se justifiquen nuestras creencias, nuestras acciones sean respaldadas son los muros que construimos más allá de ellas. Soy libre, creemos, porque hay otros que no lo son: mi libertad la ejerzo en la democracia, fuera de ésta no existe porque sólo hay corrupción o dictadura. 

Concibo mi fe religiosa como una garantía de salvación: mi iglesia es una casa muy amplia donde caben todos… los que creen, pero en ella hay puertas y paredes cuando no muros. Todo lo que hago está dentro de lo que yo creo haberme establecido desde los presupuestos de mis ideas, creencias, juicios y prejuicios. Fuera de esto está la inmoralidad, los errores, las desviaciones, el pecado. Extra Ecclesia non est salus!

Yo y los míos, es de día. Los demás: oscura noche. Muros, muros y más muros.

Sin embargo, la Iglesia según el proyecto de Jesús, es el mundo entero, total, sin exclusiones, divisiones y muros.  ¿Por qué hemos construido a lo largo de los siglos tantas fortificaciones dogmáticas inexpugnables, tantas fronteras separadoras, tantos murallas divisorias?

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