martes, 24 de septiembre de 2013

Tal que así era el día que amaneció ayer



Tal que así era el día que amaneció ayer
y esta era la mañana de luz:
El sol se escondía, 
recién nacido y avergonzado, 
tras la blanca gasa de la nube, 
sobre el azul descarado del mar.
Un día más, para la luz y el gozo:
¡Dios que se regala cada mañana!

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