miércoles, 7 de noviembre de 2012

Buscando responsabilidades




Un amigo, publica en su blog esto que abajo os transcribo y que pongo a vuestra consideración.

“Yo no digo que de la tragedia ocurrida en el Madrid Arena*  no tengan parte de culpa quienes vendieron -si fue así- más entradas de las legales o quienes no previeron bien el número de personas que cabían en el recinto o quien tiró la famosa bengala.

Ya veremos todo eso en los procesos judiciales.

Pero en la mayoría de comentarios que he leído al respecto falta una adecuada visión de la responsabilidad.

La culpa de que hubiera menores en esa fiesta es, en primer lugar, de los menores, que -con respecto a este asunto- no tenían nada de inocentes. No es que pasaran por ahí y se metieran sin darse cuenta. Basta con ver las entradas para comprender que aquello, que empezaba a las dos de la mañana, no era el baile de los teletubbies. Cualquier menor sabía de sobra que no debía estar allí. Algunos se pertrecharon de carnets de identidad falsos. Otros "se colaron". Señores: no puede ser que pasemos por alto la necesidad de que los menores entiendan que no es un orgullo ni una señal de "angelismo" colarse en una fiesta para adultos. La sociedad se ha dado unas leyes legítimas para proteger a los más jóvenes, pero si ellos no las internalizan no hay bastantes niñeras en el mundo para cuidarles.”

Si queréis entrar en el blog y leer todo el post, este es su enlace http://todoerabueno.blogspot.com.es/

domingo, 4 de noviembre de 2012

Sólo hay una amor ( a propósito del Evangelio)




Los israeliitas lo tenían claro. Era la confesión principal de ellos: “Escucha Israel, El Señor Dios es el único Dios. Amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tu mente, con todo tu ser…”  Los musulmanes adoptarán este aserto y dirán: “Solo Alá es grande y Mahoma es su profeta”.

Pero Jesús altera completamente este inquebrantable principio religioso al identificar este mandamiento con el del amor al prójimo. Al principio habla de dos mandamientos jerarquizados. Dice: el primero es amar a Dios…  y el segundo es: …y al prójimo… para terminar afirmando: No hay mandamiento mayor (¡en singular!) que éstos.

La identificación de Dios y el prójimo para Jesús es esencial. Vemos que en el fondo no hay ateísmo propiamente dicho: un que no cree en Dios y ama a los demás hombres esta amando a Dios. Recordad la parábola del juicio final.  O el aserto de Juan “Si yo no amo a los hombres a los que veo”, ¿cómo voy a amar a Dios a quién no veo"?

jueves, 1 de noviembre de 2012

Sancte Voltaire, ora pro nobis!



Un tanto perplejo me ha dejado este anuncio de calendario de taco editado por la Editorial San Pablo cuya labor de apostolado a través de los medios de comunicación es más que encomiable. Su fundador, el italiano P. Alberione fue un sacerdote adelantado a su época y fundó un instituto religioso que emprendió la labor de anunciar el Evangelio a través de los entonces incipientes medios: la radio, el cine y la imprenta. Espero, aunque ya están tardando, lo hagan con Internet.
En su red de librerías encuentras de todo: material de video algo beatífico, libros religiosos (pastoral, teología, piedad) de todos los colores aunque predomina el color neutro y estampas, medallas, posters y calendarios. Entre ellos éste que está anunciado en su revista y que cada día según dice el anuncio presenta la biografía de un santo a nuestra reflexión. Según se ve en el anuncio –y esto sí que es hacer planteamientos avanzados y progres-, el día 13  de enero  es San Voltaire –del que creo que todavía no ha llegado a los altares-. Lo cual me provoca estupor y perplejidad, cuando siempre a François Marie Arouet –su nombre de pila-  se le ha considerado “la bestia negra” de la Iglesia en el periodo del Siglo de las Luces. Sin duda, su mordaz crítica a “la Infame” –así llamaba Voltaire a la Iglesia-, provocó que ésta corrigiera algunos de sus muchos pecados, pero llegar a meterlo como un santo en el taco de hojitas de un calendario… Tal vez el dialogo fe-cultura esta tan avanzado que ya andan juntos y revueltos todos los entusiastas y detractores de la Iglesia o yo no me he enterado porque soy un antiguo.
Bueno, pues miraremos a ver si entre las hojas de los demás días del taco-calendario, se incluyen a San Federico Nietszche (sus libros –tóxicos- a mí me encantan) o a San Carlos Marx o a San Segismundo Freud, por nombrar a los más famosos maestros de la sospecha.

Homenaje a todos los Santos y Santas




Todos los santos o todos los hombres y  mujeres "a las que ama el Señor". No unos pocos, o unos cuantos elegidos, sino todos/as los que han sido humanos, pues  salieron de las manos de Dios y… regresaron a sus manos. Sus vidas reflejaban a Dios y de sus corazones brotaba, como fuente fresca el agua del Evangelio de Jesús.

Todos los santos: no sólo Francisco de Asís, Rita de Casia, Gema Galgani, Juan XXIII o Teresa de Calcuta. También, José Pérez, Juan García, Luis González, Maria Lopez, Concha Martínez, Antonio Fernandez…

Todos los santos. Anónimos padres, anónimos hijos, anónimos abuelos que estuvieron aquí, en el suelo, cumpliendo su deber, acaso sin saber que había un cielo, pero amando aquí a los que a su alrededor estaban. Desconocidos, que supieron andar, con equivocaciones y aciertos, el camino, largo o breve, de sus vidas.

Todos los santos también aquellos que supieron dar consejo, enseñar, guiar. Y los que curaron a los demás las heridas de la vida, las enfermedades del alma. Y los que supieron con sus manos crear de la nada, la belleza, espejo de la de Dios.

Todos lo santos, los que eligieron ser pobres, los misericordiosos, los puros y transparentes, los que lloraron junto a otros, los constructores de paz, los hambrientos de justicia…

A los que fueron, a los que son, a los que serán, a todos y a nosotros mismos, también santos porque pese a todo somos amados por Dios, nuestro homenaje.