La ciencia de la vaticanología

¡Qué risa los vaticanólogos! Están en plena ebullición. Clérigos y laicos, periodistas y aficionados, todos saben cosas del Vaticano. Juntos juegan a las quinielas  de quien va a ser el nuevo papa, y sus comentarios, más o menos de buen gusto, aparecen en muchos periódicos.

Primero se hacen elucubraciones  sobre el motivo por el cual Benedicto XVI ha renunciado a la sede de Pedro. Luego se adentran en los misterios de las “cuevas del Vaticano” como si ellos hubieran estado alguna vez allí: la curia es entonces el objeto de todas sus elucubraciones y después hacen el diagnóstico de los males del Vaticano que el nuevo papá puede solucionar..

Es la ciencia de la Vaticanología o ciencia del rumor, y  del corrillo y del· vete, ve  y dile” de tantos periodistas que no tienen casi otra cosa que hacer: llenar hojas y hojas de los periódicos para los suplementos semanales. El periodista progre, de prensa de izquierdas, pone al Vaticano siempre a parir. Y la prensa conservadora y tradicional habla siempre con santa unción de los secretos del Vaticano.  ¿A quien haremos caso?