miércoles, 27 de febrero de 2013

Oscars 2013: camino de los Goyas




Un año más se ha celebrado esa ceremonia espectáculo circense que es la entrega de los premios Oscars a las mejores películas (americanas). Todo un montaje estratégico y comercial para sacarle el mayor rendimiento económico a las películas que se hacen sobre todo en Estados Unidos. Esto no es negativo, si los premios correspondieran de verdad a la calidad artística de las películas. Pero no es así: como siempre todos los años se quedan en la cuneta  las mejores películas y aparecen como dignas de aplauso otras mucho más mediocres.

Aunque este año los premios han sido bastante equilibrados, ecuánimes y repartidos, sí que es verdad que  la película que se ha llevado el premio de más prestigio –el de mejor película- no está a la altura de otras que han quedado relegadas. Me refiero a “Argo” que es, sí, una película muy entretenida y divertida, pero que no es como para que se merezca el más alto galardón. En este sentido es "La vida de Pi", la otra triunfadora se lo merecia más.

 “Argo” nos cuenta un episodio de espionaje y acción situado en Irán, en plena crisis de los rehenes de la embajada norteamericana.  Es una película de intriga y muy realista que una vez más ensalza, políticamente hablando, el sistema político americano. Coincide con otra película La noche más oscura (Zero Dark Thirty) mucho más dura y tremenda sobre la búsqueda del paradero de Ben Laden que ha seguido relegada casi completamente y  a pesar de su  gran calidad. Debe ser porque no coincide con las líneas políticas de ese presidente progre y light, Obama, que tienen ahora los norteamericanos. Se nota un cierto “feeling” entre el mundo del cine y la política liberal del presidente actual. En la ceremonia, la primera dama presentó, vía satélite, las estatuillas más codiciadas. ¿Habrán copiado de nuestros lamentables premios “Goya”?

Los “derrotados” han sido precisamente tres directores de gran renombre. Tarantino con su “Django desencadenado” que ha obtenido solamente dos estatuillas. Todavía no he ido a verla porque me  repele tanta violencia gratuita, tanta sangre derramada (aunque sea tomatina). “Lincoln” de Spielberg también ha quedado muy olvidada.  A mí me ha parecido una película de gran calidad artística e incluso humana. Y que no parece que sea una película de Steven Spielberg. “Amor” del austriaco Michael Haneke ha sido premiada como la mejor película de habla no inglesa y es una hermosísima película  que habla sobre el amor en la ancianidad. Muy dura, muy discutible, pero  hay que verla. También ”Los miserables. El musical" ha sido solamente premiada con un Óscar para la actriz a Anna Hathaway como mejor intérprete. Es una película mastodóntica, aparatosa a la  para que le sobran muchísimos estrépitos.

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