lunes, 11 de febrero de 2013

Ecumenismo en la cafetería



Esta semana pasada, concretamente el martes, he tenido la experiencia de un encuentro muy feliz con una persona con la que nunca podría haber pensado que iba estar con ella. Y he vivido una experiencia cristiana que todos estamos deseando  tener y es la del diálogo y la empatía con alguien que representa a un grupo de cristianos que no forman parte de nuestra iglesia católica pero que son también, como nosotros, rebaño de Jesucristo, el único pastor.
 El martes pasado pues estuvimos desayunando en una cafetería del barrio, el pastor de la iglesia evangélica de El Salvador que está en El Cabanyal y yo. Ya nos conocímos  hace casi un año medio y desde el primer aquel encuentro nos correspondíamos en la simpatía y en la sinceridad.
Durante el desayuno hablamos de muchas cosas y especialmente de la preocupación, él como pastor, yo como cura, de la vocación que ambos tenemos: hacer llegar el Evangelio de Jesús  a la gente. También hablamos de las dificultades que existen hoy día para anunciar a Jesucristo: El Fuerte laicismo de la sociedad, la pérdida de sensibilidad hacia los valores más imprescindibles y fundamentales, el ambiente epicúreas y hedonista en el que parece estar sumergida hoy gran parte de la sociedad. Me pareció que en este sentido el era más pesimista que yo. También descubrí en él un gran espíritu religioso o casi místico.
Quedamos de acuerdo que ya no era tiempo entre nuestros distintos grupos cristianos, católicos o evangélicos o protestantes, de guerras de religión ni de rivalidades y escaramuzas, ni de siquiera grescas.  Es tiempo de llegarse hasta Jesús de Nazaret, el Cristo, por caminos diferentes pero sabiendo que estamos cogidos de la mano.
 O sea, que esa mañana en la mesa de la cafetería, hicimos un auténtico acto ecuménico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario