sábado, 6 de abril de 2013

Viendo en la tele "La Biblia"



En esta Semana Santa pasada hemos podido ver en la televisión una nueva versión de “La Biblia” ( EEUU, 2013. de Roma Downey y Mark Burnett), producida por “History Channel” y emitida por Antena 3. Parece ser que ha sido un éxito rotundo. Éste éxito hace pensar que el interés por los temas bíblicos y del Evangelio, clásicos del cine religioso, no está tan muerto como parece que algunos dicen. El deseo de ver en imágenes aquellas historias narraciones y leyendas  populares que componen el imaginario colectivo  parece ser siempre inacabable.

Son diez horas de proyección, emitidas en tres noches, que abordan los episodios más importantes de la historia del pueblo de Israel y de Jesucristo que se cuentan en la Biblia. Episodios que no se tratan aislados sino que un narrador les da una cierta continuidad. Y este creo que es uno de los aciertos de esta larguísima narración cinematográfica. Desde  Noé en el arca salvándose del diluvio universal, -donde el mismo narra el origen del mundo, es decir, el Génesis-, hasta el libro del Apocalipsis o de la Revelación hay como un nexo entre todos -la historia de salvación-, que esta película contempla. La voz en “off” va pues, creando unidad narrativa, a la vez que sirve para plantear elipsis que hacen avanzar más rápidamente la historia sagrada.

La puesta en escena es a veces algo atropellada. Sucede sobre todo en las escenas de acción que abundan en todo momento sobre todo en la segunda parte. Algunas escenas son un homenaje al cine de Cecil B. de Mille: (el milagro del paso del Mar rojo).En otras la violencia y la crueldad se resuelven con gran hiperrealismo. En los episodios que tratan la vida de Jesús y especialmente en los de la Pasión se nota la influencia de la polémica película que hizo Mel Gibson, por su descarnada exposición. Cuando el episodio es de corte narrativo más intimista, la puesta en escena es más acertada, sobre todo en las escenas del Evangelio y también en el episodio de Abraham. Hay abundantes concesiones a la galería de la moda cinematográfica como es el vestir algunos personajes con ropajes demasiado exóticos, o luchando con kárate (los tres ángeles que salvan a Lot). A lo largo de todos los episodios aparece constantemente la figura siniestra del demonio: un hombre de color que oculta su rostro de tez muy oscura bajo una capucha. En Estados Unidos ha creado una cierta polémica porque muchos ven el enorme parecido que tiene con el presidente Barak Obama.

Algunos espectadores se quejan de que en bastantes escenas y episodios hay mucha imaginación: que no responden al pie de la letra del texto bíblico. Es natural. Para crear una versión cinematográfica los creadores tienen que echar muchas veces mano de ciertas licencias artísticas. (Es como si al Tiziano le negáramos el valor de su obra "El lavatorio de los pies" por el decorado anacrónico en el que coloca a Jesús).

Según leo en la Wikipedia, los que escribieron el guión de esta larga película contaron con el asesoramiento de distintos teólogos y escrituristas evangelistas y católicos. Me imagino que pronto será editada en el formato DVD y podremos verla otra vez, con más tranquilo criterio.

1 comentario: