domingo, 30 de junio de 2013

Seguir a Jesús (A propósito del Evangelio del Domingo)




Jesús fue un maestro itinerante, nunca estuvo quieto mucho tiempo en el mismo sitio. Primero en Galilea y después hasta Judea, Jesús iba recorriendo todos los caminos que le conducían a encontrarse con la gente y anunciar el reino de Dios.

Y los requisitos  para su  seguimiento no podían ser más claros: exige una gran radicalidad. O sea, que no podemos ser cristianos a medias.

El Evangelio de este domingo nos muestra algunas respuestas que dio Jesús de cómo tenía que ser ese seguimiento. Para ser sus discípulos, no hay que mirar atrás, no hay que invocar el pasado, Hay que desprenderse incluso de muchas cosas que a primera vista parecen hasta sagradas y relativizar otras que parecen fundamentales, absolutas.

No hay que interpretar al pie de la letra las palabras que dice Jesús, sin embargo las condiciones siguen en pie: ¿Estoy yo dispuesto a aceptarlas?

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