jueves, 20 de junio de 2013

Una jubilación



Hacía más de seis meses que no iba por mi instituto, donde durante casi 30 años he trabajado como profesor (primero, de Historia, de Medios audiovisuales y cine y, sobre todo, de Religión). A veces lo echo de menos especialmente a los compañeros, con los que siempre en la hora del recreo o en la sala de profesores compartíamos y hablábamos de lo humano y lo divino. Pero no he frecuentado las visitas después de mi jubilación. Si vas a verlos, ellos se alegran muchísimo del encuentro, pero no pueden dedicarte más de un minuto: los alumnos en clase les están esperando.

Pero el otro día, un profesor amigo que se iba a jubilar, me llamó para invitarme y  acudiera a la pequeña fiesta de su jubilación. Así que he acudido a la cita, y con gran sorpresa, me he encontrado con antiguos compañeros, que también ya están disfrutando de la jubilación. Allí estaban María Jesús y Teresa, Ángel y Emilio,  y otros más. Hemos recordado los recientes “viejos" tiempos en que nos dedicábamos a la enseñanza.

A Javier Benedito,  que ahora se despedía y a quien  se rendía el homenaje por su jubilación,  le deseo muchos años de vida para que los disfrute, y se dedique a algo que es común entre él y yo y que fue tema de muchas comentarios, el amor a la montaña.

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