sábado, 26 de septiembre de 2015

Un nuevo Párroco en Llìria



Acudo  (ayer por la tarde) a la ceremonia de la toma de posesión de mi nuevo cura párroco en Lliria. Aunque yo sea también párroco (de San Antonio de Pádua)  me siento feligrés,  y lo soy, de la Parroquia de San Francisco de Asís de Llìria donde pasé mi adolescencia y juventud. Ésta es una acogedora y sencilla parroquia que respira franciscanismo por todo los poros. Sus sombras tiene, pero quedan diluidas en su esplendente luz que la gente sencilla y buena posee. Yo soy testigo de ello.

El rito litúrgico de la toma de posesión de un párroco es precioso, completo, muy diegético. En algunos momentos puede parecer largo y farragoso. Pero cuando su celebración se prepara muy bien, no fatiga ni cansa. Así ocurrió ayer en la parroquia de San Francisco. Dos salvedades: que no se utilizara el valencià (podría, por lo menos, haberse hecho en alguna lectura) y la homilía fue algo larga.


Muy sencillas, cordiales ¡y breves!, las palabras, al final, del nuevo párroco. Desde aquí saludos a D. Rafael Fernández, mi nuevo cura. A él le deseo lo mejor: que sea feliz, que evangelice (o sea que sea un buen cura). Como compañero sacerdote y feligrés suyo, estoy a su disposición.   

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