martes, 16 de febrero de 2016

"Marcelino pan y vino", un feliz revisionado


Haciendo zapping, después de cenar para pasar la velada ante el televisor, he tropezado con la película " Marcelino pan y vino" que acababa de empezar en su emisión. Aunque tenía intención de ver otra película de mi videoteca, la he visto una vez más...

“Marcelino pan y vino" es una joya del cine español que Televisión Española por “La2” ha emitido, en un ciclo admirable ("Historia del Cine Español") y está ofreciendo desde hace meses.

¡Qué lejana y distinta está ahora la mirada de los espectadores en los años en que la película se realizó! Se ha perdido la inocencia de la mirada, la sorpresa de las historias, la ingenuidad y tal vez también el espíritu religioso. Era otro cine, era otra época.

Y sin embargo, la película, pese a su fácil emotividad religiosa, se mantiene muy bien. No ha envejecido, todo lo contrario: conserva su aire de cuento infantil, de leyenda piadosa, de atrevida ensoñación. Con la elegancia de sus elipsis de imagen para señalar lo sagrado. ¡Qué difícil sería hoy hacer una película con éxito de taquilla que acaba con la muerte de un niño!


Está fotografiada magníficamente, con luces y sombras propias del expresionismo alemán, con influencia de Rossellini en su "Francisco, juglar de Dios", con escenas que recuerda a “Blancanieves y los siete enanitos” e incluso “Pinocho”, y con un elenco de actores muchos de ellos secundarios que siempre brillaron en sus papeles en aquellas viejas películas españolas. Con el gran acierto de la elección de aquel niño-actor Pablito Calvo, que marcó tendencia hasta en el peinado y corte de pelo y que después incluso rodaría películas en Italia y Estados Unidos, aunque ya crecido, no tuviera muchos logros en su carrera artística.

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