lunes, 8 de agosto de 2016

Un cuento incompleto



Imaginaos a un monje, un hombre de Dios, influido totalmente por los valores del Evangelio. El sentido de la justicia, la tolerancia, la autenticidad, la confianza, la humildad, el diálogo, la paz del corazón y la no violencia, la humildad, la generosidad, el amor verdadero al prójimo, el espíritu de sacrificio, y muchos valores humanos más están grabadosy encarnados  en su carne y en su espíritu.

Este monje que anda paseando un día por el bosque, y se encuentra, en un claro de él, descansando sobre la hierba, a un hombre dormido profundamente y al que el enseguida reconoce como un gran asesino, un gran corrupto, un hombre que sabe que en sus manos  está el destino de muchos otros más...

Junto a él hay una pistola, que está a su alcance seguramente para protegerse. El monje piensa si ahora aprovecho la ocasión y lo asesino daré fin a la vida de este tirano malnacido, y protegeré a muchas vidas humanas futuras..
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