jueves, 6 de abril de 2017

Un templo incendiado en La Yesa


Hará pronto un año que el templo parroquial de La Yesa, en la Alta Serranía, ardió en su interior. Unos velones encendidos y mal colocados provocaron que durante la noche ardiera precisamente  el altar más preciado de la iglesia: el lateral donde se da culto a la imagen de la Virgen del Carmen, la patrona del pueblo, representada en un bellísimo cuadro que es una pintura de estilo bizantino. Milagrosamente la imagen se salvó, pero la capilla quedó totalmente destruida y el templo manchado al completo por la negra tizne del abundante humo producido. Un verdadero desastre de difícil solución y  aún más para un pueblo como La Yesa que ahora en invierno no llega ni a tener cien humildes habitantes. ¿Cómo van a poder restaurarlo? Porque no sólo es la capiila de la Virgen lo que hay que arreglar, sino todo el enorme templo, de nave muy alta, que tendría que ser limpiado y pintado.  El caso es que pasados ya nueve meses todavía no se ven perspectivas para hacerlo.


Así que ayer me llegué hasta La Yesa, que fue mi primera parroquia de misacantano, para ver de qué modo yo podría ayudar en algo. El cura con el alcalde habían ido ese  mismo día al Arzobispado para solicitar ayuda. Desde luego, por lo que me contaron, no quedé muy contento por las perspectivas de restauración: las proporciones del templo son muy grandes, la empresa parece aún más para un pueblo tan pequeño, los vientos del ánimo de sus habitantes tampoco van a su favor.

En el fondo subyace el enorme problema de la desertización que han sufrido los pueblos de los interiores de la comarca del Alto Turia, incrementado por la desidia y el desinterés de los políticos. Espero que el arzobispado eche al menos una mano.


Desde aquí yo llamo a todos los que aman aquellas bellas y austeras tierras de la Serranía a buscar y encontrar alguna solución para el templo de La Yesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario