lunes, 28 de marzo de 2022

UNA BOFETADA A LOS OSCARS


 

Una bofetada a los “Oscars”.

 

Nunca me ha gustado esa celebración de la adjudicación de los premios Oscars que se hace todos los años en la ciudad de Los Ángeles. Tampoco me fío muchas veces de la calidad artística de las películas que han salido ganadoras. Hay mucho politiqueo e intereses económicos detrás. Con frecuencia además, las películas premiadas suelen seguir el mismo patrón, como ha ocurrido esta vez premiando “Coda”, una película llena de buenismo, mejores intenciones y corrección política. Es verdad que ha habido a lo largo de la historia del cine grandísimas películas premiadas con esa estatuilla. Pero ya que desde hace tiempo en que el cine americano se ha convertido en un modo más de colonización neoliberal del planeta, esos premios hacen aguas.

 

Más aún, no hablemos de la ceremonia de los Oscars que anoche se celebró en Hollywood. Es dicho acto una especie de feria llena de frivolidad e incluso de auténticos monstruos aunque vayan muy maquillados y muy revestidos. Actores y actrices que a veces parecen incluso hasta irreconocibles. Ellas disfrazadas con exagerados maquillajes y con los más extraños y provocativos vestidos que el modisto de moda les diseña. Ellos con trajes y smokins que parecen prestados, intentando llamar la atención con declaraciones estúpidas o con actuaciones ridículas. Risas y sonrisas falsas y forzadas aún cuando salgan de los rostros de los actores… ¡no digo más!

 

Lo mejor ha sido este año. Y lo dice alguien como yo, tipo pacífico que nunca ha pegado a nadie y por tanto, en absoluto de acuerdo con la violencia. Pero una bofetada dada en su momento oportuno, no es violencia. Puede ser una reacción lamentable, pero que puede tener su sitio o su lugar. Que nadie se escandalice como están intentando hacerlo algunos. Esos cómicos profesionales, que se permiten hacer parodia e incluso sarcasmo sobre los demás, amparados a veces por la libertad de opinión, merecen que se les pare los pies. Ahora ha ocurrido: la bofetada que le ha dado Will Smith (ganador además del Óscar al mejor actor -a mi siempre me ha parecido un actor mediocre-) al presentador de la ceremonia, es un palo que debería servir de corrector de tantos y tantos desmanes estúpidos e idiotas que ocurren en la famosa ceremonia de los Oscars. Que con su pan se lo coman.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo,
    sobre todo, lo de que te parece Will Smith un actor mediocre, a mi también me lo parece.

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  2. De acuerdo, una torta a tiempo, sin violencia, suele ser un acierto; en este caso, también.

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