viernes, 28 de octubre de 2011

Cofradías: ¡que no llegue Halloween!



¡Llega Halloween, cofradías! Seguramente es una verdadera tentación celebrar en el ámbito de vuestras cofradías esa extraña fiesta de Holloween que el uno de noviembre se festeja en los Estados Unidos de América y por extensión en muchos países sometidos a su hortera, y a veces maligna, influencia. Hallowin rememora algo que está en las antípodas de nuestras creencias cristianas que adoptamos y aceptamos los cristianos que pertenecemos a  las cofradías: ¡creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna, amén!

Así es: yo, cuando muera, me iré junto a Dios, donde seré plenamente feliz. Mi cuerpo se ira deshaciendo lentamente, inerte y mineral, como cualquier materia, hasta convertirse en tierra, ceniza y  polvo. Luego, no sé cómo, tornará a la vida de un modo glorioso al final de los tiempos junto a todos. No me preguntéis cómo será, que tampoco lo sé, pero yo confió en Jesus de Nazareth, que ha pasado ya por eso,  y que me lo prometió: ¡“El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”!

Todo lo demás, muertos vivientes, apariciones, auras y fantasmas, almas en penas, esqueletos y zombis son fantasías, ilusiones, zarandajas y horteradas. Las almas de nuestros seres queridos no andan errabundas por ahí dando por saco a los vivos.

Así que yo hago desde mi blog un llamamiento a mis cofradías y centros educativos para que no hagan el paripé, copiando a los estúpidos americanos, y representando algo que está en contradicción con las creencias que debe vivir una cofradía cristiana de Semana Santa

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