sábado, 30 de agosto de 2014

Chapuzas del Secreto Pontificio




A raíz de los nombramientos hechos públicos el jueves pasado de Antonio Cañizares Monseñor como arzobispo de Valencia y Carlos Osoro para Arzobispo de Madrid, se ha hablado que éstos eran Secreto Pontificio, y que se rompió hecho añicos cuatro días antes por causa de una filtración. A mí, que lo que vi por yutube (“no estuve presente”), ese acto me pareció una pura representación chapucera.

En el derecho canónico hay toda una legislación jurídica que explica y defiende  lo que es  secreto pontificio. Pero parece ser que esto del secreto pontificio es, con perdón, "la bufa la gamba" o sea una chapuza. En estos tiempos que corren, acosados por los medios de comunicación, las redes sociales, y las webs y blogs del chisme y el cotilleo, los secretos ya no existen. Y si existen dejan de serlo en cuanto se escapan de la guardia de sus custodiadores. Secretos tan bien guardados como los “Papeles del Pentágono” y otros aún más grandes de las potencias mundiales quedaron desvelados a través de la filtración de wikilead. Recordemos las filtraciones de los problemas vaticanos que hubo al final del pontificado de Benedicto XVI.

“Por ello, callar, cosa verdaderamente bastante difícil, como también hablar públicamente con reflexión, son dotes del hombre perfecto: de hecho, hay un tiempo para callar y un tiempo para hablar (cf. Ecclo 3, 7) y es un hombre perfecto quien sabe mantener frenada la propia lengua (cf. St 3, 2).

Esto ocurre también en la Iglesia, que es la comunidad de los creyentes, los cuales, habiendo recibido la misión de predicar y testimoniar el Evangelio de Cristo (cf. Mc 16, 15; Hch 10, 42), tienen sin embargo el deber de mantener escondido el sacramento y de custodiar en su corazón las palabras, a fin de que las obras de Dios se manifiesten en modo justo y amplio, y su palabra se difunda y sea glorificada (cf. 2 Tes 3, 1).”



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