miércoles, 17 de noviembre de 2021

MADRES PARA LELOS

 










Un pinchazo: “Madres paralelas”.

 

Pedro Almodóvar, nuestro primer espada nacional cinematográfico ha pinchado con su última película: “Madres paralelas”. Entiendo perfectamente que un cineasta de carrera ya tan dilatada, donde muchas veces con sus méritos  ha sido aplaudido por sus aciertos, tenga la necesidad de hacer cine. El problema es que cuando ya la edad es avanzada, com frecuencia la inspiración se va cada vez agostando y anquilosando. Es lo que parece ser que le ocurre al gran director manchego con esta su última película: “Madres paralelas” a la que, visto el resultado, yo le cambiaría el título “Madres para lelos”. Risa y estupor me causan el papanatismo de algunos críticos de la prensa nacional que han puesto los ojos en blanco ante una película que es aburrida, rebuscada y casi ridícula. Yo tenía la esperanza y la ilusión de que la película de Almodóvar se pareciese a la que hizo Igmar Bergman también sobre mujeres que van a parir (“En el umbral de la vida”, 1958).


 

Con unos diálogos un tanto trascendentes y que además cuentan lo que deberíamos ver en imágenes y que se vuelcan al melodrama desatado, con personajes, exceptos las dos sufridas y atribuladas madres protagonistas, con perfil muy bajo (¡ay, qué mal lo tienen los personajes varones en el cine almodoraviano!), y otros que aparecen para que la película sea de su estilo (¿qué pinta en el filme la presencia de Rossi de Palma?). Y encima y como siempre, lo que le gusta Almodóvar: meter en sus películas temas de actualidad políticamente correctos, la plurisexualidad, el horror de las manadas, y por último la memoria histórica, que convierte a la película en un monstruo de dos cabezas. Parece como si dentro hubiera dos filmes:  una sobre las madres, otra sobre las zanjas de los ejecutados en la guerra civil. La secuencia final con la manifestación homenaje es para carcajearse: tal de ridícula es.

 

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