domingo, 22 de mayo de 2011

Un sitio de privilegio


En el evangelio de hoy Jesús nos dice que se va a  prepararnos un sitio en la otra orilla de la vida. 
¿Donde estará mi sitio? ¿En la fila 7, que es la fila de los cinefilos en las salas de cine? Porque espero ir al cielo, no por mis méritos ("pecador soy y pecador me concibió mi madre", dice el salmo) sino porque el corazón de Dios es tan enormemente misericirdioso que confío que me tenga muy bien reservado el sitio. 
Pero me pregunto, algo desconfiado y malicioso (otra vez  tengo que pedir perdón a Dios por ser malpensado): estará delante de mí y más cerca del buen Dios, el recién beato Woytila, o san Josemaría o el Padre Pío, o... (aquí, escríbase el nombre del santo que se quiera)? Creo que no: Dios es tan listo y tan manitas que todos disfrutaremos y estaremos igualmente tan cerca de ël que no habrá sitios de honor y privilegio: ¿Porque todos estaremos dentro de su mismo corazón!

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