¿Es el mismo que
nació
en Belén, el de la canción de la paz? No creo en él si también tiene su ministerio de guerra especializado, mapas y estrategias
para vencer al enemigo, un botón letal para hacer explotar la bomba atómica,
alambradas con púas, misiles, armas bacterianas de destrucción masiva, comandos de la muerte, camuflajes, espías.
De ser así,
pasa de mí, no me interesas. Y detesto de quienes matan en tu nombre. Esos tales
no creen en ti. Yo, por si acaso, odio las guerras y vomito contra los que las
propician.
De “plegarias ateas” Autor: Ignacio Rueda.
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