sábado, 7 de marzo de 2015

Un discurso inmoral: "El francotirador"



Pese a gustarme tanto el cine dirigido por el norteamericano Clint Eastwood, el más clásico de los directores de cine de hoy, confieso que tuve una cierta pereza para acercarme a ver su última película: "El francotirador". Les diré por qué: ¿quién no anda hastiado de ver diariamente en los noticiarios de televisión las terribles escenas de guerra que última y prácticamente se transmiten casi en directo? Degollaciones, cadáveres de niños en hilera, cuerpos despanzurraos y  miembros sanguinolentos esparcidos en las calles, muertos que se pudren en las cunetas. Hay que tener mucho estómago para soportarlo. Pues todo eso nos muestra esta película.

Para colmo, uno de los causantes de tales desdichas, en la película es enaltecido a los altares del heroísmo, sin importar aquí el bando al que se pertenece. Asistimos pues en la pantalla a una justificación, si no sacralización de la violencia. Naturalmente, en el filme de Eastwood el protagonista , es el bueno, el que tiene todas “las razones” para apretar el gatillo. “El francotirador” está basada en las memorias de un soldado, tirador de elite, que mató a más de ciento sesenta enemigos en la guerra de Irak. Se le consideró héroe nacional y murió a consecuencia hace ahora dos años de un disparo de un soldado veterano de guerra.


Aparece, aquí y  además, uno de los dilemas de la crítica cinematográfica: cómo ensalzar una película que está francamente muy bien realizada (algunos defectos se encuentra, de ellos después hablaremos) pero que esconde un discurso ultraconservador, "facha", y encima deshonesto,  que intenta justificar lo injustificable. "Familia, patria, religión," son la trinidad de creencias que este hombre el protagonista tiene, aunque la religión solamente sea llevar encima una biblia y la familia estar con ella en los permisos que le da el ejército. El filme toma también acta del desgaste de las perturbaciones psicológicas que los soldados sufren al contacto con tanta violenta crueldad."La guerra es necesaria, la guerra es la guerra" parece decirse al presentarnos tan desolador panorama. Sí, como también la necesidad de que no se corten los suministros de petróleo, se podría más cínicamente añadir. ¡Qué lejos de aquellas otras peliculas que se hicieron sobre la guerra del Vietnam, como por ejemplo, "El cazador"!

2 comentarios:

  1. Tiene mucha razón, asquea tanta violencia. Hay mucho bueno que ofrecer, para que solo veamos la parte negativa de la realidad del mundo.

    ResponderEliminar
  2. Tiene mucha razón, asquea tanta violencia. Hay mucho bueno que ofrecer, para que solo veamos la parte negativa de la realidad del mundo.

    ResponderEliminar