domingo, 22 de agosto de 2010

San Pancracio, ora pro nobis!

¡Qué mal debe andar la banca que en su publicidad echa mano de la religión, de los santos y de toda la corte celestial!
Este folleto tomado de un expositor de una de las entidades bancarias más importantes de la ciudad de Valencia, nos ofrece la ayuda -además de la eficacia de sus serviciosde seguros- del pobre San Pancracio, que casi nadie sabe que fue un anónimo y jovencísimo martir de la persecución de Diocleciano, allá por el final del siglo III.
Obsérvese que la majestuosa palma simbolo del triunfo martirial ha sido sustituida por la humilde hojita de perejil.
El Banco ha pensado (¡qué listos son los banqueros!) que debe ser verdad aquello de "A Dios rogando y con el mazo dando"  y que Calvino, que pensaba que la prosperidad en los negocios era signo de la predestinación para la salvación, no se debió equivocar.
El el libro que muestra abierto en la mana izquierda dice en latín: "Venid a mí y yo os daré bienes". Pues ¡qúé bien!

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