sábado, 30 de noviembre de 2013

¡Que empieza el Adviento, despertad!



Esta semana que está a punto de empezar, comienza el Tiempo de Adviento uno de los ciclos más bonitos que tiene la iglesia a lo largo de todo el año litúrgico. Adviento: de cara a la avenida del Señor. Adviento: tiempo de preparación para la Navidad. Adviento: el tiempo de la esperanza. Aviento: el tiempo de la virgen María embarazada. ¡Hay motivos para estar gozosos y contentos!

Este año el Adviento tiene que ser algo especial: el tiempo en que nos vamos a acordar de preparar el camino al Señor, ayudando a los pobres y a los necesitados, viviendo en la humildad y sencillez como que vivía María la preparación del nacimiento de su hijo.

Que el adviento no sea el tiempo de los quebraderos de cabeza: preparando comidas, comprando regalos, programando fiestas y haciendo mil cosas que no tienen nada que ver con el nacimiento de un Niño que llenó de sentido nuestras vidas, que niños enseñó la grandeza de ser humanos, que nos contagió el calor de la solidaridad, que nos dio la salvación.

Cuatro domingos de adviento: que sean como cuatro luces que se encienden en nuestro corazón, para que, cuando llegue Jesús, no encuentre nuestra casa a oscuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario