miércoles, 11 de junio de 2014

Curas y sermones




¿Los curas podemos decir lo que se nos antoje en las homilías? ¿Los sermones han de ser estruendosos como una tormenta y largos como un día sin pan? ¿Las predicas han de contener y comentar los temas de la actualidad de modo que se conviertan en un telediario comentado?

Al considerar algunas noticias que se dan sobre curas (y obispos) incendiarios que o no miden sus palabras, o se creen con misión profética apocalíptica o se pasan en sus juicios, uno piensa que muchas veces es la prensa la que maliciosamente  saca de contexto lo que los curas sueltan desde la trona. Sin embargo hay que decir que hay muchos clérigos cuya incontinencia verbal y “deber” pastoral parece darles patente de corso para decir lo que subjetivamente ellos quieren.

Pues no. Este papa ha dicho muy clarito como deben ser las homilías: cortas, accesibles y fieles a la Palabra de Dios. Que no reflejen nuestras opiniones personales sino lo Dios dice y
que sean luz en la oscuridad de este mundo y bálsamo para las heridas de nuestra vida.

Clérigos y obispos apocalípticos: aplíquense esta medicina. Verán que maravillosa es la misericordia de Dios.

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