martes, 26 de mayo de 2015

Las hostias de Rita Barberá


La señora Barberá se nos va y resulta que las primeras palabras que dijo –captadas por micrófonos indiscretos- para consolarse y darse la “enhoramala” fueron las que dijo al oído a su colega también del PP, Serafín Castellanos: “¡Qué hostia, qué hostia!.

Hoy nadie se escandaliza ni se sulfura por estas palabras que a lo más pueden sonar a irreverencia. Desde luego no las pronuncian las personas religiosas y educadas.
Pues la que será pronto exalcaldesa de Valencia, Rita Barbera, sí las suelta entre sus íntimos. 

Esta señora que dentro de dos semanas estará desfilando detrás de la Sagrada Custodia en la Procesión del Corpus, que ha presidido tantas procesiones, que ha comulgado devotísimamente en muchas de las Misas a las que ha asistido con piadosos gestos, suelta estas palabras, que repito, no tienen más importancia que las de ser  hirientes para algunos oídos, pera que  indican situación y talante moral y cívico.


Y está claro que la vulgaridad ha acompañada siempre as esta señora. Hace unos mese con el discurso abrasador y vergonzante del “caloret”, ahora con esta otra variante. Así que nos alegramos que se vaya: dejarán de construirse obras faraónicas, de realizarse eventos deportivos “universales” y el Cabanyal –convertido en un “femer” por su mandato- comenzar a respirar tranquilo.

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