lunes, 6 de septiembre de 2021

EN LOS RINCONES DE DIOS

 


Objetivo de septiembre: buscar a Dios, ¿dónde?


Aunque ya han comenzado a pasar los días de septiembre (aquí, en la ciudad de Valencia, por motivo de la celebración de las fallas, esos días parecen encerrados en este paréntesis), me propongo durante mi rato de oración con el que arranco en la mañana, hacer algo que a veces se me olvida.

 

Buscar a Dios no solo en los libros píos y sacros, en las celebraciones religiosas, sino en lo más sencillo, corriente y cotidiano de la vida, especialmente de aquellas cosas que llenan el corazón de alegría y de gozo: el diálogo con los amigos, las imágenes bellas, las historias y leyendas urbanas, todo lo que me incite a la cabriola y al salto, los buenos
chistes, las palabras poéticas que se dicen con belleza y amor, las buenas películas y la música infinita, las pocas estrellas que de noche veo en el cielo urbano, la alegría de un encuentro con alguien a quien hace tiempo no veía, la noticia de buena salud de algún amigo que andaba renqueante de ella, las flores, el apretón de manos, el arco Iris, la cara limpia y guapa de las calles después de llover y el buen humor, que es “amor” quitándole la “h” y cambiando la “a”.

 

Creo que esta será mi mejor oración matinal: el “Logos eterno” y la “Summa theológica” lo dejaré para otros días.

 

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