viernes, 16 de septiembre de 2011

Un ejercicio de cinismo.



En una entrevista, dada por Canal+ (televisión del pesebre*) en que al inefable Almodóvar (cineasta del pesebre) era preguntado por el incombustible Iñaqui Gabilondo (periodista del pesebre, hermano de otro ministro pesebrista) sobre su última película que mí me parece una pifia, decía el manchego de fama mundial (no confundir con Don Quijote) que ésta (La piel que habito) se movía en medio de las paradojas (hombres que son mujeres y viceversa, desinhibición y estimulación del consumo de drogas, etc.). El divino Gabilondo le preguntó al divino director qué paradojas había en su vida. Almodóvar contestaba que por ejemplo el nació pobre y ahora era rico pero que en su corazoncito aun tenía el sentimiento de clase de ser pobre y que por eso él comprendía a la clase trabajadora. 

Gabilondo en ejercicio de cinismo corroboraba la contradicción almodovariana y decía que no hay que renunciar al dinero para ayudar a los pobres, al igual que se es blanco de raza y sin embargo, comprender a los negros (sic).

La entrevista estaba hecha con la intención de promocionar la película que estos días se estrena en el país, que nos muestra una vez más los despropósitos y obsesiones sexuales de este cineasta al que los premios se le han subido a la cabeza y no sabe ya qué flautas tocar en sus nuevas películas para divertir a sus adictos.
*Pesebre: dícese, en sentido figurado, lugar donde comen y “maman” los clientes fieles a las instituciones oficiales.

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