sábado, 17 de septiembre de 2011

A propósito del Evangelio del Domingo



EL HOMBRE DE LA HORA UNDÉCIMA
(Fragmento de un poema de José García Nieto)

Vas a pasar, Señor, ya sé quién eres;
tócame por si no estoy bien despierto.
Soy el hombre, ¿me ves? , soy todo el hombre.
Mírame Tú, Señor, si no te veo.
No hay horas, no hay reloj, ni hay otra fuerza
que la que Tú me des, ni hay otro empleo
mejor que el de tu viña...
      Pasa...
      Llama...
Vuelve a llamarme...
      ¿Qué hora es? No cuento
ya bien. ¿Es la de sexta? , ¿la de nona? ,
¿la undécima? ¿O ya es tarde?
      Pasa...
      Quiero seguir, seguirte...
      Llama. Estoy perdido;
estoy cansado; estoy amando, abriendo
mi corazón a todo todavía...
Dime que estás ahí, Señor; que dentro
de mi amor a las cosas Tú te escondes,
y que aparecerás un día lleno
de ese amor mismo ya transfigurado
en amor para Ti, ya tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario