martes, 1 de mayo de 2018

UN BAUTIZO ARMENIO


Me encanta de que esta parroquia de la que soy cura sea tan internacional, o dicho con el lenguaje más técnico, ecuménica. Hasta aquí  se llegan gentes de todas las partes a celebrar Misa, a cantar en un coro, a administrar un bautismo. Uno de los que me ayudan es un sacerdote de rito católico ortodoxo. La disposición de esta Iglesia de San Antonio de Pádua es siempre fomentar a través del servicio del encuentro, acoger a los demás y así formar comunidad. A través del arte (música sobre todo) y también lógicamente de las actitudes de fe.

El sábado pasado se celebró en nuestro templo parroquial un bautizo de rito armenio. Fue una ceremonia muy especial a la que asistió un buen grupo de gente de Armenia, familiares y amigos. Los armenios viven dispersos por todo el mundo después de la diáspora a la que se vieron obligados forzados por el gran genocidio que realizaron los turcos hace más de un siglo.(Conozco dos películas que me lo recuerdan : “Ararat” de Atom Egoyan y  otra más reciente "La promesa” que se estrenó el año pasado.)

El pope que administró el bautizo venía de Madrid. Éste fue realizando ritos y símbolos  con varias lecturas que siempre son cantadas. La bendición del agua que mezcló con abundante óleo precedió al rito propio del bautismo: al niño, de unos diez años, desnudo de cintura para arriba,  prácticamente lo bañaron. Eso está bien: nosotros los católicos en el bautismo hemos minimizado tanto el rito que vertemos unas gotitas de agua sólo sobre la cabeza y así, el simbolismo bautismal queda bastante empequeñecido.

Después del bautizo y secado el cuerpo, se le administró el sacramento de la Confirmación que en el rito oriental va unido al bautismo. Otra vez se le untó todo el cuerpo del Santo Crisma. ¡Que lejos de la sobriedad ritual de nuestros sacramentos!


La Iglesia armenia es una iglesia cristiana que no depende de los ortodoxos. Es una especie de iglesia nacional que afirma nuestro mismos credos y que sólo reconoce los tres primeros concilios de la iglesia. Algunos la tildan de monofisita: o sea, eso de que Cristo solo tiene una naturaleza… Pero aquí no es el momento de explicar. 

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