domingo, 13 de mayo de 2018

LA BUENA NOTICIA DE MI DOMINGO: ¡SIGUE AQUÍ, SIGUE CONMIGO!


Explicar hoy eso de que"Jesús subió a los cielos" con nuestro pensamiento antimítico y procientífico actual es un poco complicado de hacer. Claro está que lo religioso usa siempre lenguajes simbólicos y lo de subir al cielo es una expresión no sólo bíblica que indica la recuperación de una condición después de la muerte sino también de otras culturas y religiones. Se escribió que Alejandro Magno, el emperador Augusto, el mismo Mahoma subieron también al cielo.

Cuando miramos a Jesús que “subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre" no hacemos más que utilizar una simbología que nos quiere recordar una vez más la condición divina de Jesús, el hombre de Nazaret. Así, el tiempo de Pascua celebra lo que fue simultáneo y continuo -como si fuera un flash del tiempo-. Todo fue a la vez: Jesús muere, resucita, asciende y envía su Espíritu. Los evangelios dilatan dicho momento para poder expresar aquella maravillosa experiencia que vivían los discípulos de que Jesús había vencido a la muerte, que el que murió en la cruz sigue vivo.


Al final me queda algo muy importante y fundamental: que Jesús de Nazaret el Resucitado, sigue aquí, sigue conmigo.

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