sábado, 5 de octubre de 2019

¡REZAD, REZAD, BENDITOS!



Hoy mucha gente que reza. Más de lo que uno piensa. Muchos no son cristianos, no se sienten pertenecientes a la Iglesia, pero rezan. No entran en los templos para rezar porque no hace falta. El templo puede ser propicio para la oración pero no necesario. Rezan en cualquier momento, en cualquier situación. De pie, sentados, de rodillas, postrados. Su espíritu se tranquiliza cuando rezan. Su plegaria les relaja, les ayuda encontrarse con sí mismos. Seguramente,  y al final, en las entretelas de su corazón, en la voz de su conciencia, sin duda podrá hablar Dios. Es el Padre o  o su sombra, el Dios desconocido que decía San Pablo? Puede ser una oración laica, o religiosa, o muy personalista? Qué más da, a lo Otro se llega por muchos caminos

La conferencia episcopal ha puesto la alarma de alerta sobre ciertos tipos de oración. Los obispos, como siempre, clavando empalizadas, cerrando fronteras, poniendo puertas al campo. Solo hay, dicen una determinada forma de hacer oración y es la que dice  la iglesia.


No sé si Jesús de Nazaret que le gustaba rezar muchísimo, rezaba solo según las fórmulas de su religión judía. Lo que sí es cierto que él constantemente estaba en diálogo con Dios su padre. Distintos modos,, distintas formas utilizaría pues él siempre fue un hombre muy libre. A los apóstoles les enseñó un modo concreto para rezar: el Padre nuestro. ¿Hay alguna oración que tenga un espíritu más libre?

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