martes, 5 de abril de 2022

EL CARAMELO DE LA GASOLINA

 



El domingo pasado cargué combustible en una gasolinera. No sé a qué precio estaba el litro de gasoil. (Suelo cada vez utilizar menos el coche). No lo recuerdo pero sí que me acuerdo que me pareció carísima. Llené medio depósito y luego me fui a la caja a pagar. Lo hice con tarjeta. El dependiente de la tienda de gasolina me dijo al entregarme la factura que eran X euros, menos 5 euros que me subvencionaba el gobierno. Mientras regresaba a tomar otra vez la conducción del coche, me fui pensando: ¡que contentos debemos de estar todos los españoles que el gobierno nos regala algo después de comprar gasolina! 

 

¿De dónde sale esa subvención, ese premio-caramelo que me da el gobierno? Sale de los impuestos que yo, como ciudadano, pago. Y yo pienso que en vez solucionar con paños calientes el problema del altísimo precio de los derivados del petróleo, hace tiempo que el gobierno debía haber tomado cartas en el asunto y solucionar la cuestión peliaguda de la subida de precios de la energía en nuestro país. Esta situación de ahora se achaca a la guerra de Ucrania. Pero eso no es verdad. Ya antes el problema existía. Parece que el gobierno nos está dando pan para hoy pero también hambre para mañana. 


No entiendo prácticamente nada de economía. Pero siempre he creído que ya que los derivados del petróleo están recargadísimos de impuestos por parte de Hacienda, ¿por qué no solucionarlo bajándonos un poquito los impuestos a los ciudadanos, o buscando otras soluciones alternativas?

 

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